Crecer en el dolor

 

La naturaleza no sólo les pega a estos incrédulos


El día de hoy RefleXiono sobre…

Las tragedias sucedidas en semanas anteriores, en Estados Unidos están mostrando que la naturaleza empieza a cobrar las facturas de nuestras malas acciones y de que en verdad existe el calentamiento global. El meteoro que azotó a Houston es una muestra palpable de lo que está pasando con el clima del mundo. Fenómenos que registran dimensiones nunca antes vistas, una fuerza ciclónica incomparable y precipitaciones como nunca se habían registrado son un claro ejemplo de que algo no anda bien. Resulta que el presidente Trump se retiró del acuerdo de París y antes de cumplir el primer año ya recibió, de manera irónica, dos lecciones de la madre natura. Pero no sólo es víctima de la mala fortuna o de la ironía de la vida, sino que además para lograr la reconstrucción de Houston necesitará mano de obra mexicana, como nunca lo habían necesitado allá, lo cual va totalmente en contra del discurso que lo viene caracterizando. Entonces, allá, tendrán que rogar que nuestros paisanos sigan ahí o que regresen si ya han salido, porque, seguramente, tardarán años en lograr la reconstrucción de la ciudad y a precios impagables.

Pero la naturaleza no sólo les pega a estos incrédulos, sino que ahora nos ha dado tan fuerte en México, con el terremoto, que parece querer llamar nuestra atención para que entendamos la grandeza de nuestro pueblo y lo solidarios que somos en momentos de desgracia.

Nos ha mostrado lo que podemos llegar a hacer por nuestro prójimo y lo humanos que somos cuando se requiere que lo seamos. Si podemos entender este concepto y aplicarlo no sólo en la tragedia, es seguro que podemos llegar a ser el mejor país del mundo. Si le ponemos esa misma pasión y entrega al trabajo cotidiano y a nuestra relación con los demás, tenemos la fórmula mágica para recuperar el México que alguna vez fuimos… ADIÓS…