Crecimiento futuro

 

El avance económico rumbo a 2018 se torna complejo


El avance económico rumbo a 2018 se torna complejo ya que en México el primer semestre será agitado por la efervescencia electoral. Y el segundo semestre por la tensión poselectoral.

Aún así, el banco central mantuvo su rango de crecimiento económico del PIB mexicano entre 1.7 y 2.7 por ciento; así, anticipa un mayor dinamismo de la producción industrial en Estados Unidos y efectos positivos más evidentes de las reformas estructurales sobre las condiciones para la inversión; dicho pronóstico supone que no se observa un deterioro de la relación económica de México y Estados Unidos y ajustes ordenados en los mercados financieros. En tanto, el Banco Mundial estima un crecimiento de 2.2 por ciento.

Y es que lo que se proyecta es que la actual administración entregará una economía en crecimiento, con disciplina fiscal, ya que 2018 será muy agitado. El estimado crecimiento es el termómetro por excelencia para tener un panorama de lo que le espera al país.

Se espera que para el próximo año la economía mexicana crezca arriba de dos por ciento. Esa es una de las señales alentadoras.

El crecimiento puede estimularse si hay eventos que podrían generar un incremento económico relativamente mayor, como es una exitosa renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), la puesta en marcha de las reformas estructurales de manera oportuna y la continuación dinámica del consumo.

Los riesgos a la baja para la economía son: la postergación de inversiones, dada la incertidumbre relacionada al TLCAN, realización de políticas proteccionistas en Estados Unidos, remesas por debajo de lo previsto y nuevos episodios de turbulencia en los mercados financieros internacionales.

La Organización para el Desarrollo y Crecimiento Económicos (OCDE) insiste en que a México le toca fortalecer su mercado interno, ello traerá áreas de oportunidad que encaminarán al país a un crecimiento interno, a pesar de la volatilidad propiciada por EU y Europa.