Cruda colombiana

 

Según los analistas y las casas de bolsa, el peso se depreció 1.65 por ciento a 2.931 unidades por dólar frente al cierre del viernes.


El peso colombiano sufrió un descalabro tras el rechazo popular del acuerdo de paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y la histórica narcoguerrilla de las FARC.

Según los analistas y las casas de bolsa, el peso se depreció 1.65 por ciento a 2.931 unidades por dólar frente al cierre del viernes.”Para esta semana, esperamos que el mercado refleje la incertidumbre generada por la decisión del electorado de no refrendar los acuerdos de La Habana, lo cual compensaría el impulso que podría generar el aumento en los precios del crudo”, indica un informe de Bancolombia.

En tanto, el índice accionario COLCAP de la bolsa colombiana cayó 0.62 por ciento a mil 330.57 puntos. Y es que tras el rechazo, Colombia vive una cruda política y económica que tardará en reponerse.

La economía colombiana sigue en el proceso de reacomodar sus actividades productivas en un panorama menos dependiente de la renta petrolera luego de la caída de los precios internacionales de las materias primas. Sin embargo, el rechazo jugó un papel preponderante en la visión de los inversionistas que verán con cautela acercarse para llevar su capital a aquella nación.

Según el análisis local, el mejor consejo para el Gobierno ahora es mantener una capacidad de política económica que permita no sólo manejar la coyuntura, sino un rumbo que conduzca a tasas de crecimiento mejores que las actuales.

El acuerdo de paz, que quedó en el limbo con el plebiscito, preveía que los cerca de 7 mil combatientes de las FARC entregaran sus armas a la ONU para formar un partido político, mientras que los líderes tendrían una pena privativa de libertad de hasta ocho años y podrían ocupar cargos públicos. Pero el contexto cambió. Los mercados financieros reaccionaron negativamente pues anticipaban una ratificación del acuerdo y contaban con el capital político del presidente Juan Manuel Santos para lograr en el Congreso reformas pendientes y atraer inversores que evitaran frenar la desaceleración de la economía.