Cumpleaños amargo

 

La lucha por ser el candidato del PRI para 2018 se muestra como una guerra estéril


“Sentir que es un soplo la vida”, que 88 años no es nada, así como diría Gardel.

Si Plutarco Elías Calles se levantara se daría cuenta de que al final lo más difícil en política es vivir con la realidad. A él le pasó y necesitó un “bombillazo” que terminó con la vida de Álvaro Obregón para que las instituciones se iluminaran en su país.

El discurso del presidente Enrique Peña Nieto en el PRI durante el 88° aniversario, es el típico discurso del gobernante que desconoce que la justicia nunca llega en tiempo real a la vida política y que al final lo que está bien hecho termina imponiéndose a largo plazo.

Y es que, al parecer el presidente Peña Nieto olvidó en su discurso que él ya no es la solución, porque ahora es parte del problema.

Pero lo que no debemos olvidar es que el poder tiene muy poco que ver con la justicia y mucho que ver con el sentido de oportunidad.

Me sigue asombrando que desde hace un año sus acciones y declaraciones están abonando considerablemente a la campaña de López Obrador y que aún se empeña en seguir haciéndolo. Ningún gobernante en el poder debe atreverse a dictaminar si la oposición está madura para ocupar la dirigencia del país, porque en algún momento ellos también fueron oposición.

En ese contexto y tomando en cuenta que el PRI nunca había estado tan mal como ahora, conviene recordar que México no sería lo que es sin el PRI. Y que al final del día pese a todos los errores y a los peores momentos, ese partido siempre fue un elemento de certeza, aunque ahora todo sea más incierto que nunca respecto a los errores domésticos y a la incapacidad de entender el nuevo mundo en el que estamos viviendo.

Ahora ya no es un problema decir que habrá justicia, porque la justicia no existe. Ya no es un problema considerar que en algún momento el pueblo se dará cuenta de que las cosas buenas apenas y se dicen, pero importan e importan mucho.

Llegó el momento de saber que con esos bajísimos índices de aceptación y esa crisis interna, el mejor servicio que le puede prestar el PRI al país es saber que está en problemas y tener la humildad de reconocerlos.

Para que así sea posible plantear posteriormente unos programas que superen las condiciones actuales del Gobierno y que de verdad promuevan gente y programas que puedan ser novedosos.

Mientras tanto la lucha por ser el candidato del PRI para 2018 se muestra como una guerra estéril, tan desangelada como apareció la candidatura del aspirante a gobernador del Estado de México, presentación que yendo en contra de la tradición del partido resultó más fría de lo que el propio candidato esperaba.

Twitter @antonio_navalon