De nuevo fallaron las encuestas

El viernes 25 de mayo se realizó en Irlanda un referendo para que los ciudadanos autorizaran al Parlamento reformar la Constitución con el objeto de despenalizar y legalizar el aborto.

El domingo 27 de mayo se efectuó en Colombia la primera vuelta de la elección presidencial para determinar quién será el sucesor del presidente Juan Manuel Santos.

Antes del referendo irlandés y de la elección colombiana se publicaron en ambos países diversas encuestas. La mayoría de ellas fueron incapaces de pronosticar correctamente los resultados finales de ambos ejercicios democráticos.

En Irlanda, 66.4 por ciento de los votantes se manifestaron a favor de la legalización del aborto.

¿Y qué es lo que pronosticaron los encuestadores que sucedería?

De las cinco que se dieron a conocer durante los 30 días antes del referendo, dos calcularon que el sí no acumularía más de 45 por ciento de los votos y las otras tres pronosticaron que el sí ganaría con porcentajes de 52, 53 y 56. O sea, ninguna de las cinco pronosticó que el sí ganaría con tan amplio margen. La diferencia entre la realidad y la encuesta que más se aproximó al resultado final fue de 10.4 puntos porcentuales. Falla terrible.

En Colombia las cosas no fueron muy diferentes que en la isla europea.

En el país sudamericano la abstención fue alta en vista de que sólo votó 53.37 por ciento de los votantes registrados.

Ya que ningún candidato obtuvo más de 50 por ciento de los votos el domingo pasado, los que quedaron en el primero y segundo lugares se enfrentarán en la segunda vuelta, el 17 de junio entrante.

En la primera vuelta, obtuvo más votos (39.14%) el derechista Iván Duque. Después quedó el socialista populista Gustavo Petro (25.09%). Una ventaja del primero sobre el segundo de 14.5 puntos porcentuales.

¿Y qué pronosticaron los encuestadores colombianos?

Cinco encuestas que se difundieron desde el 1 de marzo no pronosticaron correctamente el resultado. Una de ellas estimaba que Duque obtendría 45.9 por ciento de los votos contra 26.7 de Petro, una diferencia de 20.8 puntos porcentuales. Otra le daba 41.3 al primero y 31 al segundo, 10.3 puntos diferencia. Otra, la menos desacertada le daba 38 por ciento al derechista y 21 al populista. Finalmente, los dos restantes pronosticaron un empate de ambos, una con 23 por ciento de la intención del voto para cada uno y otra con 22 puntos porcentuales.

Puede suponerse que en México la mayoría de las encuestas que miden las preferencias en torno a los candidatos presidenciales tampoco están mostrando la realidad. Se sabe que algunas venden sus resultados y los acomodan, según lo indique su cliente.

Por lo anterior, el 1 de julio votemos utilizando nuestro cerebro y no lo que dicen las encuestas, porque éstas fallan y a veces mienten.