De trasplante de órganos

 

Esta tecnología ha permitido que un organismo de una especie genere un órgano compuesto por células de otra especie


Esta tecnología ha permitido que un organismo de una especie genere un órgano compuesto por células de otra especie. Con estas palabras científicos de la Universidad de Murcia anunciaron al mundo que el crecimiento de órganos humanos en animales para el trasplante será –definitivamente– posible.

Un sueño acariciado desde hace años, cuando en Estados Unidos fue posible la creación de ratones con páncreas, ojos y corazón de rata mediante la alteración embrionaria. Básicamente, los especialistas desactivaron en laboratorio el gen que produce páncreas en embriones de ratón e insertaron células madre pluripotentes de rata, que contenían el gen para la generación de páncreas.

Sorprendentemente, además, las células madre fueron capaces de generar una vesícula biliar en el ratón, órgano que no está presente en las ratas. Después se generaron varios tipos de células madre iPSC e incorporadas en embriones de cerdo, que, posteriormente fueron implantados en cerdas receptoras. Algunos embriones mostraron que las células humanas se habían especializado y convertido en precursoras de distintos tejidos. Esto proporciona armas “potentes” para el estudio de la evolución de las especies, la aparición y desarrollo de enfermedades, la búsqueda de nuevos fármacos, y conduce a la posibilidad de producir órganos humanos para trasplante.

Pero como el león no es komo lo pintan, y mientras en los laboratorios se avanza en estas tecnologías que podrían salvar miles de vidas, se alimenta el debate en torno a su manejo legal y ético. Es inminente que México entrará en este debate. Ojalá lo haga de la mano de políticas públicas adecuadas para evitar que la ignorancia sea la que motive decisiones que sólo la razón entiende.