Descalificar a la víctima: una eficaz, pero inaceptables estrategia de defensa

 

Arropado por sus incondicionales, el presidente de Estados Unidos Donald Trump volvió a hacer de las suyas. En un acto público en la ciudad de Southhaven en el muy conservador estado de Misisipi Trump se burló abiertamente de Christin Blasey Ford, una de las mujeres que han acusado al juez Brett Kavanaugh de haber intentado […]


Arropado por sus incondicionales, el presidente de Estados Unidos Donald Trump volvió a hacer de las suyas. En un acto público en la ciudad de Southhaven en el muy conservador estado de Misisipi Trump se burló abiertamente de Christin Blasey Ford, una de las mujeres que han acusado al juez Brett Kavanaugh de haber intentado abusar sexualmente de ellas.

Kavanaugh es por cierto el candidato impulsado por Trump para incorporarse de forma vitalicia, previa aprobación del Senado, a la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos de América.

Desde la tribuna y ante el beneplácito de sus simpatizantes, Trump desestimó la solidez del testimonio de Christine Blasey e incluso llegó a calificarla de mala persona. Si bien es cierto que no sería en ningún caso adecuado considerar a una persona responsable de cualquier conducta criminal basándose únicamente en el testimonio o en la imputación directa de otra, también es verdad que no se puede descartar por completo y de manera desdeñosa la denuncia de una mujer que clama haber sido víctima de violencia sexual.

La situación se vuelve particularmente más seria cuando el hombre que es señalado podría convertirse en miembro vitalicio del máximo tribunal del país. ¿Hay que tomar por ciertas las aseveraciones de Christine Blasey de forma automática? Desde luego que no. Pero tampoco es posible descalificarlas de origen.

Por eso es que en este caso lo más pertinente es realizar una investigación seria, profesional e imparcial para determinar si hubo o no una conducta criminal y en su caso si esa conducta es atribuible al juez Kavanaugh.

Hay que recordar que esta mujer no es la única que ha acusado al juez de abuso sexual y hay que recordar también que el propio Donald Trump ha sido señalado y en repetidas oportunidades de incurrir de forma recurrente en conductas sexuales inapropiadas por lo que definitivamente Donald Trump dista mucho de ser el personaje con mayor autoridad moral para defender la reputación de Brett Kavanaugh.