Destape

 

José Antonio Meade será el candidato como estaba “cantado”


Siempre me sucede lo mismo en Cuba: me imagino protagonizando un viejo programa de televisión, con vestuario, automóviles y construcciones de los años 50, el mismo guion y con un desenlace previsible, una especie de déja vu. He tenido exactamente la misma percepción en estos días de destape tricolor. El rancio ritual vigente hasta fines del siglo pasado, retomado hasta en sus mínimos detalles. Los nuevos paradigmas no alcanzaron a ese partido.

La liturgia se sigue leyendo en latín y a espaldas de la feligresía. No hubo Encíclica modernizadora.

José Antonio Meade será el candidato como estaba “cantado”. Es un hombre honesto y sencillo. No es priista y ese será un buen atributo frente a sectores de votantes todavía no definidos. Acudía a sus eventos manejando su vehículo y lejos de guaruras y parafernalia.

Ojalá mantenga esa actitud; sembrará esperanza de un cambio, impostergable para aspirar a ganar. No tiene asegurado el triunfo, lo cual es bueno para la democracia. Deberá convencer para vencer. Antes de la definición, sus siglas estaban en tercer lugar en todas las encuestas; a ver como se mueven “los momios” una vez destapado.

Un paso obligado para él será el desmarcarse gradualmente de Peña Nieto y su equipo más inmediato. No podrá avanzar con ese lastre. Le nombrarán a su coordinador de campaña y al nuevo dirigente nacional; pero necesitará empoderar a su gente por encima de ellos, de otra manera se le percibirá como rehén de quienes deben desaparecer cuanto antes del elenco. Hace poco lo compararon con Calles; es una trampa.

Si obtiene el poder ojalá se inspire en Cárdenas: nada ni nadie por encima del interés del país. A expulsar a todos los caudillejos saqueadores y corruptos, o manda una clara señal en este sentido o pierde; no hay más alternativa.

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