Donald Trump: la demagogia llevada al paroxismo

 

Es un auténtico demagogo, es decir, alguien que predica argumentos que sabe falsos


Si ya nos ha quedado claro que del arte de gobernar, Donald Trump no sabe nada, sí hay que reconocer que cuando de hacer negocios millonarios y de ser un magnate con una fortuna basada en mil y un triquiñuelas se trata, el personaje ha sido suficientemente exitoso. Sus libros constituyen auténticos best sellers y, a juicio de no pocos, uno de ellos titulado Piensa en grande y patea traseros debería ser considerado además de un útil manual de negocios, una joya de la literatura contemporánea. De esta suerte y a pesar de que indudablemente Donald Trump ha publicado más libros de los que ha leído, de que le sabe al asunto del business, le sabe. De ahí sus declaraciones incendiarias. En este sentido, para no pocos, el “amague” de cancelar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) es justamente eso, un “amague”, dicho en un momento estratégico cuando las renegociaciones del tratado tienen lugar con el objeto de que la delegación estadounidense negocie desde una posición de fuerza. Es como decir: “Si no me aumentas el sueldo al doble, renuncio”, o “Si no trabajas 20 horas diarias, te corro”.

Sin embargo, los números son claros y Trump con su equipo deben saber que la relación comercial con México y Canadá es muy importante y que cancelar el TLCAN implicaría gravísimas afectaciones para la economía estadounidense.

Los que no tienen que saberlo, y evidentemente no lo saben, son la “bola de babosos” que acudieron al mitin en Phoenix, Arizona y que le aplaudieron como focas cuando, envalentonado, y cual matón de barrio arremetió contra el tratado e hizo una arenga patriotera sobre su famoso muro fronterizo. Con esto se comprueba una vez más que Donald Trump es un auténtico demagogo, es decir, alguien que predica argumentos que sabe falsos a una audiencia que sabe idiota.

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