Donald Trump y la realidad

 

El miércoles pasado, el presidente de Estados Unidos Donald Trump firmó una orden ejecutiva que implica sanciones para cualquier país, empresa o persona extranjera que intente interferir en elecciones en la Unión Americana. De acuerdo con la Casa Blanca con esta orden se busca blindar el proceso electoral de medio término que tendrá lugar el […]


El miércoles pasado, el presidente de Estados Unidos Donald Trump firmó una orden ejecutiva que implica sanciones para cualquier país, empresa o persona extranjera que intente interferir en elecciones en la Unión Americana. De acuerdo con la Casa Blanca con esta orden se busca blindar el proceso electoral de medio término que tendrá lugar el próximo 6 de noviembre. Lo cierto es que el decreto firmado esta semana por Trump ha sido blanco ya de fuertes críticas porque parece ignorar el hecho de que hace ya casi un mes y medio, el director nacional de inteligencia de Estados Unidos Dan Coats dio a conocer las conclusiones y evidencias alcanzadas por las agencias estadounidenses y que no dejaban lugar a dudas de que Rusia no sólo había intentado interferir en las elecciones presidenciales del 2016 sino que estaba intentando hacer lo mismo en las legislativas del 2018. Como podemos ver el gobierno de Trump parece funcionar en dos dimensiones distintas. En una, el gobierno de Washington ya tiene identificado al actor internacional que interfirió y sigue intentando interferir en las elecciones en Estados Unidos, es decir, Rusia. En una segunda dimensión sin embargo, el gobierno de Washington no sabe quién puede estar detrás de intentos pasados o futuros de interferencia en elecciones, pero eso sí, advierte a quién quiera que pudiera incurrir en estas conductas que de hacerlo sería fuertemente sancionado. Sobra decir que es en esta segunda dimensión, por lo demás delirante hasta la náusea, en la que se puede encuadrar la orden ejecutiva del presidente y en la que más cómodo se siente el propio Trump y algunos de sus colaboradores, particularmente el consejero de seguridad nacional John Bolton. El único pequeño problema es que esta segunda dimension de la cosmovisión Trumpeana está completamente divorciada de la realidad. De este tamaño son las contradicciones y los sinsentidos de la actual administración de los Estados Unidos de América. 

renepalaciosgaguine@hotmail.com