Traidores

 

Lo último en las prioridades es el votante


Los diputados de Veracruz, Chihuahua y Quintana Roo representantes del PRI, PVEM y Panal; los senadores del PAN y otros que abandonaron la sesión exactamente al momento de votar la Ley 3de3 e hicieron abortar con ello su alcance original; los gobernadores de los estados citados al principio, perdedores de su proceso sucesorio, empeñados en blindarse con impunidad o adeudar todavía más a sus estados, entre otros muchos funcionarios, ofrecieron durante su campaña ser voceros de su pueblo, representar sus más sentidos intereses y, sobre todo, defender su integridad ciudadana. Ninguno de ellos cumplió, una vez obtenidos el voto y el cargo traicionaron a sus electores y se dedicaron a cuidar sus intereses, sin ningún pudor, sin asomo de rubor.

El hecho, aun repetido hasta el hartazgo, no deja de ser aleccionador. Pronto habrá campañas nuevamente en varios estados.

Escucharemos repetirse la letanía de ofrecimientos y promesas, construidos por expertos en imagen y diseñadores de escenografías ilusorias. Lo último en las prioridades es el votante, el ciudadano receptor de todas las tropelías. Es una pena.

Ninguno de los diputados mencionados pensó un segundo en sus compromisos de campaña.

Transformados en sirvientes de los gobernadores, pasaron por encima de todo, incluidos los rastros de su muy remota conciencia.

Vieron impasibles, en algunos casos, a las fuerzas de seguridad reprimiendo al pueblo agraviado, y optaron por encerrarse a sesionar en lugares secretos. Todo por complacer al amo.

Por fortuna, el Ejecutivo Federal ya interpuso recursos de inconstitucionalidad que seguramente procederán, tanto servilismo resultó inútil, les van a enmendar la plana, pero debe tomarse nota. La soberanía del pueblo no radica en los congresos, aun cuando así lo diga la Constitución, hace tiempo es letra muerta. Debemos tenerlo presente cuando escurra de nuevo la miel de las campañas.

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