El año del gallo

 

China se posicionará, a partir de este año, en un lugar todavía más importante


China ocupa un lugar fundamental en los equilibrios del mundo. China se posicionará, a partir de este año, en un lugar todavía más importante.

Un lugar que persigue el presidente electo de Estados Unidos mediante su lema: “Hagamos a América grande otra vez”. Un lugar para el que será capaz de encontrar un equilibrio, aunque sea del terror, con el pueblo que hoy en día no sólo es el más grande del planeta, sino que además está a punto de convertirse en la nación que terminará por desbancar al imperio del norte del liderazgo económico mundial, me refiero a los chinos.

Por esa razón todo se desarrollará desde una situación llena tensiones en la que nadie tendrá una idea precisa de la manera en la que se conformará el nuevo mundo, y donde lo único claro serán las oleadas de violencia que parecen no cesar en gran parte del planeta.

Quién será el gallo y quién será nuestro gallo es un tema fundamental en este año que apenas comenzó. Pero mientras tanto no hay que olvidar que la pelea será entre los grandes dinosaurios de nuestra era, y que cualquiera de ellos nos puede destrozar con un simple movimiento de cola.

Ahora iniciamos un año con la certeza de que la política, la economía y todo lo que conocíamos hasta este momento, ya no volverá a ser igual.

En ese sentido, el año del gallo le debe enseñar a nuestros gobernantes algo que el resto del mundo ha tenido que aprender por las buenas y por las malas, y eso es que hoy en día todo es nuevo y nadie tiene experiencia en administrar este curioso e importante momento.

Por lo tanto, la posición y la situación de los países dependerán de las capacidades políticas que puedan desarrollar en sus múltiples relaciones.

En ese contexto, las relaciones con Estados Unidos, las relaciones con China y ser o no ser parte de los apetitos territoriales del hombre más poderoso del mundo – según la revista Forbes– llamado Vladimir Putin, empiezan a configurar un juego en el que al final del día, lo único que nos puede llegar a salvar es jugar con un interés nacional muy definido y sabiendo que si Asia es para los asiáticos como quiere China, América debe ser para los americanos como dice Trump, pero siendo una América que deje de excluir.

En definitiva en este año nuevo será necesario saber quién será nuestro gallo o a cuál le vamos a apostar, porque créame es necesario ir 70 años atrás para encontrar un momento que tenga tantas incertidumbres y tantos cambios coyunturales como el que ya tiene este 2017.