El avionazo en Durango y sus héroes

 

El gobernador panista José Rosas Aispuro movilizó todos los recursos necesarios para asegurar que se salvaran las vidas de los 99 pasajeros y cuatro tripulantes que iban a bordo del Embraer ERJ-190AR


Ayer, después de que se desplomara un avión de Aeroméxico que minutos antes había despegado del aeropuerto de Durango, el gobernador panista José Rosas Aispuro movilizó todos los recursos necesarios para asegurar que se salvaran las vidas de los 99 pasajeros y cuatro tripulantes que iban a bordo del Embraer ERJ-190AR. Negoció que todos los hospitales de la zona, tanto públicos como privados, atendieran a los heridos que lo requirieran y, de acuerdo con la información disponible, el único herido de gravedad fue el piloto que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente por lesiones en las vértebras cervicales. De los heridos, la mayoría ya habían sido dados de alta ayer.

De acuerdo con el sitio aviation-safety. net, “Al prepararse el ERJ-190AR para el vuelo había una capa rota de nubes cumulonimbus a 2 mil 500 pies. La información meteorológica del aeropuerto muestra que se había desarrollado una tormenta eléctrica a las 15:18 horas local, y que la temperatura había descendido de 28° C a 20° C durante la hora anterior.

Se informó que la aeronave comenzó la carrera de despegue en la pista 03 alrededor de las 15:30 horas local (la hora prevista de salida era 15:09). Según un comunicado del gobernador de Durango, el avión se elevó en el aire pero perdió altura después de haber sido ‘afectado por una ráfaga de viento’. El avión ‘desciende abruptamente’ y golpea el suelo a la izquierda de la pista, primero el ala izquierda. Ambos motores se separaron durante el deslizamiento de tierra posterior. El avión se detuvo unos 380 metros más allá del umbral de la pista y 320 metros más allá del extremo pavimentado de la pista, ligeramente a la izquierda de la línea central extendida”.

El gobernador fue quien mantuvo informada a la opinión pública sobre el evento ante el mutismo de los ejecutivos y voceros de Aeroméxico, que hasta ayer en la tarde no habían explicado sobre las posibles causas del accidente.

El EJR-190AR que después de desplomarse se incendió y quedó inservible, tenía 10 años de antigüedad. Primero estuvo al servicio de US Airways (mayo de 2008 a octubre de 2009, luego de Republic Airways (noviembre a diciembre de 2009), para luego ser retirado de servicio hasta junio de 2014, cuando empezó a volar para Aeroméxico, que lo arrendó a Republic Airways.

El EJR-190 es uno de los aviones más seguros del mundo de acuerdo con www. airsafe.com, registrándose únicamente 0.04 accidentes fatales por cada millón de vuelos, que es la tasa más baja para cualquier marca y modelo de avión comercial, más baja incluso que el 0.06 que registró el Boeing 747-400, que dejó de fabricarse en 2009, pero sigue volando para varias aerolíneas.

Mención aparte necesitan los tripulantes del Embraer: el piloto Carlos Galván, el copiloto Daniel Dardon y, especialmente, las sobrecargos Samantha Hernández y Brenda Zavala.

Son verdaderos héroes que deben ser públicamente reconocidos y recompensados.