El desencanto de Trump

 

Su política aislacionista es una de las razones que comienzan a marcar un futuro complicado en materia económica


La economía de Estados Unidos debe comenzar a dar visos sólidos de recuperación o de lo contrario Donald Trump será quien cargue con el repudio generalizado porque las promesas de crecimiento y empleo comienzan a desvanecerse. Su política aislacionista es una de las razones que comienzan a marcar un futuro complicado en materia económica.

Si el comercio se cierra y la generación de empleos tarda serán factores que sumen al desencanto de Trump. Los datos de la economía estadounidense muestran que dar un viraje y avanzar hacia un crecimiento será paulatino. Por ejemplo, la economía del vecino país creció a su ritmo más débil en tres años en el primer trimestre debido a que el gasto del consumidor subió levemente y las empresas invirtieron menos en inventarios, en un posible revés a la promesa del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de impulsar el crecimiento.

Incluso a nivel internacional el Fondo Monetario Internacional (FMI) tiene bajo constante observación los movimientos de la economía norteamericana. El organismo multilateral advierte que el crecimiento de Estados Unidos volverá a reducirse por los reveses económicos del primer semestre.

Incluso en el análisis interno de la economía se tiene sus reservas de que EU alcance un crecimiento superior a tres por ciento, como prometió Donald Trump y su secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.

Hay una posibilidad de que si el proyecto de reforma fiscal es votado en el Congreso, impulsaría el crecimiento gracias a un alza en los gastos de consumo; sin embargo, los plazos y los tiempos políticos han marcado el paso de la economía estadounidense y al mismo tiempo han frenado que la política de Trump tenga avances significativos.

Será a partir de 2018, ya que se haya terminado la negociación de TLC y otros compromisos, cuando comience a verse el camino de la economía de EU.