El efecto Anaya

 

En política resistir es ganar, y Anaya ha ido resistiendo hasta este momento


Ricardo Anaya se encuentra en medio de una situación –como ha ocurrido en otras ocasiones en México– en la que ya resulta cansado tener que hablar tanto de él.

La idea es clara. Él llegó para quedarse. Es el que usó a todos para tener el poder. Es el hombre que cree que conecta directamente con las esencias de Gómez Morín y con todo lo que hizo su partido, para que al final no hiciera nada por nadie y se dedicara a asegurar que él era el elegido, aunque hasta el momento no lo ha elegido nadie.

Zavala se fue. Margarita, independientemente de su matrimonio con el antiguo presidente de la República, fue una militante histórica y una panista muy activa dentro de ese partido.

¿Qué cambió? Dos cosas fundamentales.

La primera, saber que no habría juego parejo, porque en todo momento las cartas estaban echadas. Daba igual que usara el padrón, porque lo controla Anaya, y daba igual que usara los acuerdos con el frente, los públicos y los privados, porque los controla Anaya.

Y la segunda, es que al final del día ningún escándalo, ninguna corrupción y nada de lo que el dirigente blanquiazul denomina como campañas en su contra lo disuadirían, aunque el partido se tuviera que quedar sólo con un miembro, siempre y cuando comulgara con su idea de ser el candidato primero del PAN y luego del frente.

En política resistir es ganar, y Anaya ha ido resistiendo hasta este momento. El problema es que la vida política está llena de símbolos, y los símbolos también están implícitos en las historias de las personas y en lo que representan.

En el mejor de los casos, si es que todavía fueran posibles los partidos o los países de un solo hombre, Anaya estaría en el camino correcto. Y en el peor, no sólo se está metiendo a una operación imposible al intentar convertirse en el candidato del frente, sino que sobre todas las cosas su ambición se está llevando entre las patas a su propio partido.

Se puede decir que Ricardo Anaya tiene quien le siga, pero también tiene a quien le debe agradecer muchas cosas: coordinaciones, presidencias, definiciones y creencias que tienen traducción en forma de cheque a fin de mes.

Pero mientras tanto, hay algo que es verdad y quedó de manifiesto con la figura de Margarita Zavala, porque algunos de los activos más importantes del PAN se van yendo simplemente porque llueve, truene o relampaguee, nada alterará al joven líder de su idea de que está esculpido en piedra y es el elegido por Dios para ser el candidato del PAN, después del frente y finalmente casi como un destino fatal, el presidente de la República Mexicana.

@antonio_navalon