El Gobierno (PGR) no quiere y por eso seguirán matando periodistas

 

La impunidad de los agresores de periodistas llegó a 90%


Las cifras sobre agresiones y asesinatos de periodistas no deben sorprender: obedecen a la responsabilidad incumplida del Gobierno Federal y de los gobiernos locales. Del 2000 al 2016, los años de la alternancia que debieron de llevar a la democracia, la impunidad de los agresores de periodistas llegó a 90 por ciento por la incapacidad de la Fiscalía de la PGR para atender y desahogar las agresiones contra la libertad de expresión.

El problema es mayor de lo que se supone: ante la pasividad de la autoridad judicial para investigar y castigar las agresiones contra la libertad de expresión, políticos, caciques y crimen organizado han abierto una temporada de caza de periodistas: casi dos mil quejas en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos desde el 2000.

El fracaso de la Fiscalía de la PGR lleva a que la capacidad de atención de la quinta visitaduría de la CNDH que se encarga de las agresiones contra periodistas sea desbordada por casos cotidianos; y lo que es peor, su capacidad presupuestal se ha reducido a cero.

El modelo es contradictorio: a mayor democracia, más asesinatos de periodistas que ejercen su libertad democrática de crítica, y a pesar de que la libertad de crítica contribuyó en el periodo 1968-2000 a debilitar el sistema autoritario priista que había reprimido a la prensa que demolió al presidencialismo como la estatua de Lenin y al priismo como el Muro de Berlín del autoritarismo mexicano. Y si sin libertad de prensa no hubiera habido alternancia, los gobiernos panistas en la Presidencia se despreocuparon por defender la libertad de expresión.

Contradictoriamente hubo mayor libertad de expresión en los años previos a la alternancia que durante el panismo en Los Pinos.

La CNDH emitió en febrero de 2016 la Recomendación General 24 sobre el ejercicio de la libertad de expresión en México y su contenido fue una severa condena al Gobierno por su incapacidad y responsabilidad en las agresiones contra periodistas. La Recomendación señala “la ineficacia del Estado mexicano en su labor de garantizar la vida, la integridad y la seguridad de las personas que ejercen el periodismo y de sus familias”.

Asimismo, esa Recomendación se emitió ante “la falta de políticas públicas encaminadas a garantizar un periodismo libre de cualquier tipo de intimidación y en particular la deficiente actuación por parte de las autoridades ministeriales encargadas de investigar las agresiones de las que es objeto este gremio, lo cual continúa generando múltiples violaciones a los derechos humanos de ese sector y un menoscabo a la libertad de expresión”.

La Recomendación 24 de la CNDH es contundente en su acusación: las agresiones a periodistas son consecuencia directa de la incapacidad de las autoridades ministeriales. Por tanto, esa Recomendación evidencia el fracaso de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos Contra la Libertad de Expresión de la PGR, dirigida actualmente por un burócrata y no un profesional de la defensa de los derechos de los periodistas. La impunidad en 90 por ciento de casos procesados es más que contundente.

El desastre de la Fiscalía de la PGR traslada las protestas a la Secretaría de Gobernación y lleva a una conclusión inevitable: el Gobierno Federal no quiere reorganizar el marco de justicia penal de las oficinas que se encargan de las agresiones contra periodistas y como no quiere, entonces seguirán matando periodistas. Así de simple.

Política para dummies: La política es la responsabilidad para promover la defensa de los mejores valores de una sociedad, comenzado por la libertad de escribir.