El paraíso huachicolero

 

Los días iniciales de febrero, se informó que se han localizado más de 17 mil tomas clandestinas de gasolina en todo el país


Parece que a nuestras autoridades les habla la virgen. Miran al cielo y no ven lo que sucede a su alrededor, en sus áreas de responsabilidad, para usar una expresión entendible.

Los días iniciales de febrero, se informó que se han localizado más de 17 mil tomas clandestinas de gasolina en todo el país. Y que la mayoría están en Puebla, sin olvidar los porcentajes en Veracruz, Guanajuato y ahora en estados del norte como Nuevo León y Tamaulipas.

Hace una semana en un rancho, El Manzanero, que se mira desde la carretera que va de Puebla a Teziutlán, en Payuca, hubo un tiroteo entre uniformados y huachicoleros. Curioso, se sabía de la existencia del rancho, de las bodegas con el producto y que allí vivían los líderes de la organización de ordeñadores.

En la balacera murió la madre del huachicolero mayor, según se informó detalladamente aunque equivocando la ubicación. Se dijo inicialmente que la acción había pasado en un sitio vecino, rancho Los Muertos y que se decomisaron cientos de litros de gasolina. Nada que pusiera en riesgo el patrimonio de los saqueadores.

Y apenas están en estos agobios cuando también en Puebla descubren un centenar de tomas clandestinas en los conductos de gas. Sin duda, el negocio tiene que diversificarse y ampliar la oferta.

Aseguran que por dos ocasiones Pemex adquirió e instaló detectores de presión que por lo visto sirven lo mismo que se le unta al queso, nada. Lo que debería llevar a una investigación sobre los calificadísimos operarios que abren los ductos, instalan los enchufes y las válvulas de control del flujo. Y que saben en qué momento salen de operación los detectores.

Para un mal pensado, sería natural descubrir que quienes laboran para los huachicoleros, o lo son ellos mismos, pertenecen a las filas de Pemex. Al menos, allí fueron adiestrados en el manejo de flujos y las vías de conducción de todo el país.