El pernicioso Donald Trump

Muchas de las cosas que están ocurriendo en estos tiempos son adjudicables a Estados Unidos por ser la nación más poderosa del mundo y la que cuenta con mayores recursos para evitar el deterioro del medio ambiente y el calentamiento global. Hasta ahora los gobiernos norteamericanos habían sido consecuentes con esa responsabilidad que ellos mismos se impusieron, pero algo está fallando ahora desde la llegada de un vulgar negociante a la Casa Blanca.

Porque desde mi muy particular punto de vista el señor Donald Trump no es un hombre de negocios, es un simple negociante por esa vocación depredadora que tiene y lo mantiene como uno de los principales destructores de muchos sistemas ecológicos a lo largo y ancho del mundo, y mucha culpa tiene en lo irreversible de algunos procesos del cambio climático. Para decirlo más claro, al menos en nuestra generación no veremos un retorno a las condiciones climáticas del siglo pasado.

Hasta ahora no existen posibilidades en la atmósfera para lograrlo, porque el calor del aire se transmite hasta los océanos, y eso hace irreversible el sobrecalentamiento de la Tierra.

Lo previsible es que en los siguientes años presenciemos fenómenos hidrometeorológicos más extremos y frecuentes, pero los próximos huracanes serán más intensos y se presentarán más hacia el norte porque la franja de calentamiento ecuatorial está expandiéndose.

Los fenómenos de “El Niño” y “La Niña” crearán condiciones exacerbadas de temperatura tanto en el mar como en la tierra. Chile enfrenta los mayores incendios forestales en veinte años, y la marea roja provoca enormes mortandades de peces. La actividad pesquera se ha reducido en treinta por ciento, y seguramente el fenómeno llegará a Brasil, China y México. “Patricia” fue el huracán más violento de la historia de la humanidad, y eso nos muestra que estamos ante fenómenos que jamás pensamos presenciar.

Si bien el “Acuerdo de París” marca una hoja de ruta, lo aconsejable es que seamos más eficientes con el uso de la energía. Durante la administración de Barack Obama, Estados Unidos fue uno de los países que más impulsó el Acuerdo de París, pero ahora Donald Trump revierte todo para proteger a la industria del carbón y la industria eléctrica, por lo que se espera un severo incremento en las emisiones provenientes del vecino del norte.

El escenario es que el calentamiento se incremente en cuatro grados centígrados, porque el “efecto Trump” puede representar el aumento de un grado por año en la temperatura del planeta. Por si fuera poco, Trump eliminó el término “Cambio Climático” de la Casa Blanca y de diversas dependencias, con lo que no contaremos con los instrumentos de monitoreo tan avanzados de que dispone el vecino del norte. Un verdadero problema de entendimiento para el ignorante Donald Trump. Por cierto, solamente quedan ya 30 ejemplares de la Vaquita Marina en el Golfo de Baja California. Al tiempo. mailto