El proyecto Cuauhtémoc

 

Sin lugar a dudas el señor Cuauhtémoc Blanco es un hombre singular


Sin lugar a dudas el señor Cuauhtémoc Blanco es un hombre singular. Se crió en Tlatilco, allá por la Delegación Azcapotzalco, donde se enseñó lo que significa eso que dice “la ley del más fuerte”, y que no es otra cosa que quien sabe pelear mejor es el que se convierte en el jefe o guía del grupo, la banda o la pandilla. Para llegar a eso se necesita valentía y destreza para romper uno que otro labio o pintar de morado un ojo, y lo sabe hacer.

Así creció el señor Blanco, pero también supo lo que era luchar por lo que se quiere cuando jugaba futbol en Tepito, tradición muy arraigada pese a la falta de espacios deportivos. También en ese barrio bravo de la Ciudad de México supo imponerse a los demás, pero ahora con su destreza con el balón. Claro está que muchas veces terminó rompiendo un par de “hocicos” como él mismo lo relataría, para confirmar y reafirmar las victorias futboleras.

Una vez que terminó su carrera deportiva, alguien le dio la idea de ganar dinero haciendo como que hacía política y aceptó una candidatura a cambio de una buena suma de millones. Las cosas cambiaron cuando sus patrocinadores pensaron que habían comprado un títere. Los abandonó y muchísimos quisieron adoptarlo, pero se dio a desear. Hubo quien hasta le ofreció el apoyo del titular de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, para que las denuncias penales en su contra no procedieran.

Ahí es donde se enredan las cosas y Pablo Ojeda Cárdenas, quien fuera particular de Fernando Gómez Mont en la Secretaría de Gobernación, se convierte en su defensor. Pero también hay que señalar que este abogado es hijo del finado Pedro Ojeda Paullada, y hasta ahora ha recibido de manos de Juan José Arrese 12 millones de pesos por concepto de honorarios, y la razón es simple: es quien verdaderamente maneja el ayuntamiento de Cuernavaca.

Pero eso no termina ahí, también es el estratega del señor Blanco para su campaña en la búsqueda de la gubernatura de Morelos. Quien se encarga de recabar los fondos es Juan Diego Pons Díaz, secretario de Turismo y Desarrollo Económico, y de quién dependen Gobernación Municipal y la Dirección de Licencias y Reglamentos, de donde se obtienen las cuantiosas cantidades de dinero para mantener la campaña.

Lo que también le da confianza al señor Blanco de que las cosas llegarán a buen fin es que se siente cobijado por el ocupante de Bucareli y por los acuerdos que alcanzó con el Partido Encuentro Social. La realidad es que el señor Blanco es el títere de quienes le siguen dando grandes cantidades de dinero, pero así está funcionando esta nueva etapa de la política mexicana. Pobre país. Al tiempo.