El psicópata de la Casa Blanca

 

Hasta el cansancio se le ha dicho por parte de México que nuestro país no pagará por construir el muro


Complicadas y en ocasiones de confrontación son las situaciones que ha generado Donald Trump, que ha abierto más frentes de conflicto que presidente anterior alguno. Y es que no resulta normal que en las firmas de órdenes ejecutivas que van desde la construcción del muro que hasta el cansancio se le ha dicho por parte de México que nuestro país no pagará por dicha división que, a pesar de haber acordado no hablar de ese tema en público, la única parte que respeta el acuerdo, somos los mexicanos.

Pues otro revés de los que ha recibido Trump fue el veto que impuso para que no entraran a territorio norteamericano los musulmanes. El problema reventó horas después y en los aeropuertos de la Unión Americana, sea el de Nueva York, Seattle, Los Ángeles, Chicago y otros, hubo protestas dentro y fuera de las terminales aéreas, donde tenían en calidad de impedidos de salir de la terminal a hombres y mujeres musulmanes que incluso, naciendo en Estados Unidos eran tratados como delincuentes.

AHORA CONSULTARÁN A LOS CÁRTELES

Por otra parte, ahora el jefe del gabinete de Trump, Prebius, declaró que hablarán con los jefes de los cárteles mexicanos que introducen anualmente millones de toneladas de cocaína, marihuana y drogas de diseño, para ver si son ellos los que pagan el ya rementado muro.

Primero, de hacer lo anterior, es reconocer que se tiene el mayor mercado de consumidores de drogas del mundo. Segundo, que, al consultar a los narcos mexicanos, éstos encarecerían el precio de la droga y los que al final vendrían pagándole muro, serían los adictos norteamericanos.

Por cierto, si el endurecimiento en las aduanas fronterizas se hiciera ya, la droga dejaría de llegar a Estados Unidos. Pero imagínese amigo lector qué ocurriría si en dos meses no llega el alcaloide, la mota y la heroína o las drogas sintéticas El síndrome de abstinencia generaría que los adictos incontrolables no fueran contenidos ni con la Guardia Nacional y ellos mismos derribarían el muro.

Lo ocurrido por primera vez en la historia de Estados Unidos en las últimas dos semanas han llevado a que expertos y connotados psicólogos, psiquiatras y neuropsiquiatras, determinen por sus actos, conducta, discursos, trayectoria y a través de observarlo ya con el poder de la presidencia, el siguiente diagnóstico.

Donald Trump, es un psicópata, narcisista, egocentrista que se convierte en esa mezcla, en un personaje peligroso y patológico, es decir, que a sus 71 años no va a cambiar y tendrá que ser el Congreso de Estados Unidos, el que ponga frenos y valladares a los excesos en los que ya comienza a incurrir el mandatario.