El videoanálisis

 

Hasta este momento, tener relación consanguínea con un presidente de la República era motivo de honor


¡Ya sé! Usted está harto de la elección del 4 de junio. ¡Ya sé! Le gustaría que le habláramos de otra cosa. ¡Ya sé! Está cansado de encontrarse al PRI por la mañana, por la tarde y por la noche, porque el PAN ha desaparecido y el PRD emergente es maravilloso, qué pena que sólo sea un PRD de temporada.

Y en cuanto a Morena, representa un color: el color de la esperanza.

Pero en medio de todo esto han surgido cosas nuevas. Y es que, como si fuera parte de una escena de La vida de los otros, película ganadora del Óscar que cuenta cómo en la Alemania de la Stasi –policía secreta– se vigilaban los unos a los otros, Alfredo del Mazo se muestra escuchando a su pueblo, inaugurando así una nueva forma del psicoanálisis: el videoanálisis.

Sin embargo, yo le sugeriría a sus asesores que le recordaran que en un país tan acostumbrado a que le pisoteen los derechos y las leyes, no es inteligente hacer un video en el que le coloquen al candidato unos audífonos para que escuche, como si fuera un policía interfiriendo llamadas, la conversación de un grupo de mexiquenses.

¿Y después? Después está esa falta de naturalidad en ese grupo de discusión que aparece en el video en el que Del Mazo dice dos cosas. Primero, que de su partido ni se hable porque ya se han dicho muchas cosas. ¿Entonces, qué hace en ese partido?

Y segundo, que el presidente es más o menos su pariente, porque de acuerdo a su declaración usted y yo podríamos ser primos novenos o décimos de Enrique Peña Nieto.

Hasta este momento, tener relación consanguínea con un presidente de la República era motivo de honor. Ahora, por si alguien tenía dudas del nivel de desgaste presidencial en México, que vea el video de Alfredo del Mazo.

Yo no soy González y González, y tampoco perderé mucho el tiempo en lo que otros colegas ya han analizado con mucha más saña y sentido que yo, pero lo que sí quiero decir es que el nuevo videoanálisis es terrible, en el que también el licenciado aclara que tiene canas desde los 22 años, ¿qué le parece? ¿Acaso eso es una gran ventaja para gobernar?

Pero al final el candidato priista quiere escuchar a los mexiquenses, aunque no frente a frente, sino a través de unos auriculares sin que usted sepa que lo están escuchando. Y luego cuando él aparezca, una vez que haya oído lo que le preocupa, que Dios nos salve, porque en función de esa escucha ilegal puede preparar las respuestas y entonces ahora sí usted verá que él es “a todo dar”.

Esta campaña de 2017 no dejará de asombrarme y por si no fuera suficiente acaba de aportar el videoanálisis. ¡Gracias licenciado!