En territorio huachicol

 

Llama la atención la evidente riqueza en un poblado


Le dicen coloquialmente El Seco; es un pueblo típico, como hay muchos en la geografía nacional: se extiende a lo largo de la carretera que va desde Cuyoaco, Puebla, a Perote, Veracruz. En las viejas construcciones se aprecia la arquitectura anárquica, propia de estos asentamientos en los que cada dueño de un inmueble lo traza y construye según su gusto o su leal entender, lo orienta a donde le da la gana y le pone pisos encima de acuerdo con su necesidad.

Únicamente las construcciones a lo largo de la carretera se alinean o casi. Allí se agrupan sin orden alguno las tiendas de refacciones, los laboratorios diésel, los puestos de comida y se empiezan a ver los cada día más numerosos albergues de todas las categorías posibles.

Claro, sin incluir cuatro o cinco estrellas que dejan para poblados más turísticos. El movimiento de personas y vehículos es muy notorio. Llama la atención la evidente riqueza en un poblado que a lo ancho alcanza escasas dos, tres, cuatro cuadras máximo.

En las calles cercanas a la carretera, por la que sorprende el número de tráileres y camiones cargueros de toda clase de mercaderías y materiales, hay ahora edificios de cinco pisos, nuevos, con acabados modernos, pero los que pudimos apreciar, sin inquilinos.

No parece ser importante nada, más allá de ocupar el dinero en algo o para algo. Y antes de mostrar curiosidad por tan insólita situación, nos aclaran con una sonrisa: es territorio huachicolero, el mero centro del negocio…

Y con otra sonrisa que termina en franca carcajada, dicen que es territorio libre del centro del país. Aquí ni las moscas entran si no se les autoriza.

La gente se ve pacífica atendiendo sus talleres de esculturas funerarias y para jardín, en cantera blanca y en piedra volcánica negra, los metates sobresalen y eso se presta a nuevo comentario: ya sabe joven, la mujer debe ser buena pal petate y buena pal metate. De regreso pasamos frente a una lejana construcción, la barda color ladrillo oscuro, y el extenso campo a su alrededor limpio, sin brizna de hierba.

La señalan para informar que es el rancho del exgobernador Melquiades Morales. Nuevamente el apunte antes de la pregunta: sí, es una casa de descanso no es de producción. Y rechazan cualquier especulación sobre la ubicación en medio de la zona huachicolera. Nada más comentamos, pero no acusamos de nada a Nadie, dicen precavidamente.