Encuestas electorales

Las encuestas constituyen una importancia crucial en el campo de la investigación de la opinión pública como herramienta para la toma de decisiones. Son utilizadas como fuente de información, respecto de la forma en que piensan los integrantes de una determinada población en los diferentes ámbitos de la vida en sociedad: la economía, la cultura, la política, etcétera. Como puente entre gobernantes y gobernados, para el diseño y definición de las políticas públicas y de transmisión de necesidades y preferencias. En el ámbito político constituyen un mecanismo de evaluación permanente como dispositivo de control y evaluación del desempeño institucional. Las encuestas son utilizadas también como herramientas de los políticos para orientar sus estrategias partidistas y para la obtención de votos.

Infortunadamente, en el ámbito de la política, muchas encuestas y sus encuestadores han sido criticados por el uso de éstas como herramientas de propaganda política. Generando con ello desconfianza y falta de credibilidad en las mismas. Las recientes tendencias electorales sólo son el preludio de una guerra de encuestas que desafortunadamente muchas de ellas tienen fines diversos a la generación de opinión pública confiable. De allí la importancia de exigir el cumplimiento mínimo del Código de Ética de la Asociación Mundial de Opinión Pública (WAPOR) que, entre otros aspectos, destaca la necesidad de una vitrina metodológica que precise: para quiénes se llevó a cabo el estudio y por quién; su finalidad; población; método de selección de muestreo; grado de éxito en la realización efectiva de la misma, incluida la tasa de falta de respuesta; descripción de los procedimientos de estimación y de ponderación para ajustar los datos brutos; momento de realización y periodo de tiempo cubierto en la recopilación de datos; cuestionario; precisión de las conclusiones, incluidas las estimaciones del error de muestreo.

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