Endulzan diferendo

El acuerdo alcanzado entre EU y México respecto al tema azucarero tiene una lectura interesante en términos de que se llevó a cabo en meses previos a la renegociación del TLCAN. Según, Wilbur Ross, secretario de Comercio de Estados Unidos, e Ildefonso Guajardo, titular Economía, México aceptó reducir la proporción de azúcar refinada al mercado estadounidense de 53 por ciento actual a 30 por ciento del total, a cambio de lo cual se suspenden las investigaciones por dumping y subsidios.

México dobló las manos y cedió. Bajo esta circunstancia sienta el precedente de que la negociación no será tan firme como prometen las autoridades. Si Estados Unidos toma la mano y amenaza y se cede un par de puntos será el aniquilamiento para que México se vea a la par con su socio comercial.

Las autoridades comerciales de México defienden que el acuerdo permitirá al país mantener la posición como principal abastecedor de azúcar al mercado de Estados Unidos y el mismo valor de ventas aunque cambie la proporción de azúcar cruda frente a la refinada.

México es el séptimo productor más importante de azúcar con una producción promedio anual de 5.7 millones de toneladas.

En México se debe hacer un trabajo de contención de daños ya que los afectados son los productores de caña de los 15 estados donde se encuentran los 52 ingenios azucareros. A ojos de los analistas mexicanos, los sectores involucrados en el azúcar, ha sido un tema de mucha tensión a lo largo del acuerdo comercial y el resultado de la negociación del edulcorante es visto como un termómetro del diálogo que se llevará entre los dos países. Y es que al país no le conviene pelearse ya que tiene un interés vital en la relación comercial con EU, puesto que concentra más de 80 por ciento del volumen de su intercambio comercial con este país, ya que no posee opciones reales de diversificación pese a su vasta red de acuerdos comerciales.