Es grato que México sea non grato para Venezuela

 

Vicente Fox se solidarizó con la oposición venezolana


Vicente Fox se solidarizó con la oposición venezolana y fue declarado por el canciller Samuel Moncada persona non grata. Dicen por ahí que no se puede estar bien con dios y con el diablo. Una cosa cierta es que un país que pretenda tener una verdadera política exterior, seria, respetable, coherente y protagónica tiene necesariamente que elegir a aliados y a adversarios. No se puede estar bien con todos porque si se busca estar bien con todos a toda costa y en cualquier circunstancia, el destino de la política exterior de un país, en este caso México, es la irrelevancia o, peor aún, el ridículo. En este sentido en la coyuntura representada por la crisis venezolana, hemos visto felizmente, creo yo, un alineamiento de posiciones entre, por una parte el gobierno priista de Enrique Peña Nieto que a través del canciller Luis Videgaray impulsó con entusiasmo la defensa de la democracia venezolana en la OEA y, por la otra, la figura del panista Vicente Fox que la semana pasada en Venezuela le llamó a las cosas por su nombre: a la dictadura la llamó dictadura, al atropello lo llamó atropello y al cinismo chavista le dijo cinismo chavista.

Por ello justamente fue declarado persona non grata. En el mundo globalizado de hoy no se pueden adoptar posiciones endogámicas o aislacionistas y mucho menos cuando, como México, se es una potencia regional de incuestionable calibre en todos los ámbitos. Sería deseable que ante la ruptura del orden constitucional en Venezuela por parte del gobierno, otros actores políticos de México demostraran su compromiso con la democracia, la división de poderes, el respeto al sufragio, la primacía constitucional y las libertades de expresión, de opinión y de información y dejaran de esconderse detrás de simpatías ideológicas que cuando de defender la democracia ahí donde haya sido atropellada se trate, no deberían tener la más mínima validez.

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