“Escalera Santa”

 

Esta santa Escalera es de mármol blanco de Tiro con vetas ligeramente grises en sentido longitudinal y consta de 28 escalones recubiertos para su protección


Roberto O’Farrill Corona

 

El Evangelio de Juan refiere que “Salió entonces Jesús fuera llevando la corona de espinas y el manto de púrpura. Díceles Pilato: Aquí tienen al hombre” (19, 5). Ese lugar era conocido como el lisóstrotos, en la parte alta de una escalera de mármol por la que ascendían quienes trataban asuntos con el Pretor romano o quienes serían juzgados por delitos graves.

La escalera por la que subió Nuestro Señor, como acceso al lisóstrotos o gran patio enlosado de la fortaleza Antonia, residencia del pretor Poncio Pilato, y por la que también descendió para ser llevado al monte Calvario a su crucifixión y muerte, recogió la huella sangrienta de sus pies y las salpicaduras de las hemorragias inferidas por sus verdugos, mientras temblaba y sangraba todo su cuerpo.

La Escalera Santa fue trasladada de Jerusalén a Roma, en el año 326, por santa Elena, madre del emperador Constantino, y colocada dentro del conjunto del palacio apostólico lateranense. El papa san León IV ascendía sus escalones descalzo, y a él le corresponde la devoción, desde el año 850, de subirla de rodillas. Otro papa, Gregorio VII, desde mediados del siglo IX besaba cada uno de sus peldaños. Pascual II concedió Indulgencia de nueve años por cada escalón a quienes con devoción subiesen la Escalera, indulgencia que confirmó a perpetuidad el papa Pío VII en el siglo XVIII.

Durante el pontificado de Sixto V, entre 1585 y 1590, se edificó la capilla del Pesebre en la basílica de Santa María la Mayor, se colocó el obelisco en la plaza de San Pedro, se terminó la gran cúpula de Miguel Ángel en la basílica vaticana y se emprendieron obras de remodelación del antiguo palacio lateranense, obras en las que la Escalera quedó contenida dentro de la capilla en la que se conserva hasta nuestros días, frente a la basílica de san Juan de Letrán, catedral de la diócesis de Roma.

Esta santa Escalera es de mármol blanco de Tiro con vetas ligeramente grises en sentido longitudinal y consta de 28 escalones recubiertos para su protección, por indicaciones del papa Clemente XII, con tablones de fina madera de nogal que presentan varios orificios rectangulares que permiten verla y tocarla. Estos tablones se han tenido que renovar varias veces desde 1723. Los ocho primeros escalones miden 3 metros y medio de longitud, y los otros veinte son de dos metros y medio. Las dos paredes adyacentes están cubiertas de losas de mármol y la bóveda de pinturas renacentistas.

El inicio de la Escalera lo flanquean dos esculturas colocadas allí por indicaciones del papa Pío IX. Una muestra al Ecce Homo, la presentación de Jesús al pueblo por Pilato; la otra recrea el momento del beso de Judas Iscariote.

En 1908, el papa san Pío X concedió la Indulgencia Plenaria a todo aquel que con devoción y con el deseo de obtener la remisión de sus culpas ascienda, solamente de rodillas, estos 28 escalones.