Lo que pasó en Niza no es tan “nice” para Europa

 

Los atentados provocan pérdidas humanas así como económicas


Hace algunos días, en plena fiesta nacional, Francia sufrió por tercera vez un ataque adjudicado, poco después, por el Estado Islámico.

El país francófono no es el único que se ha visto afectado por el terrorismo, Bélgica, Reino Unido, España, Turquía, por mencionar algunos, también han tenido que vivir estas catástrofes que poco a poco han elevado el miedo en el continente europeo.

En el corto plazo, dichos atentados provocan pérdidas humanas así como económicas ya que los ciudadanos preferirán permanecer en sus hogares en lugar de visitar lugares con mayores conglomeraciones, lo que provoca un menor consumo (gasto), pérdidas para los comercios que al percibir menos ingresos, invertirán menos para ampliar su producción (tanto en bienes como en servicios), contratarán menos personal hasta propagar desempleo.

Además, ante una menor confianza y seguridad en los países afectados podría causar una menor inversión para permitir crecimiento económico ya que por un lado, el sector privado no querrá invertir y permanecer en lugares en donde se desconoce si volverán a ser afectados y por otro lado, el gobierno preferirá gastar más en seguridad nacional que en sectores productivos. Por lo tanto, menor inversión privada, gasto gubernamental, menor producción, menor empleo, menores ingresos, menor consumo y/gasto, desaceleración económica.

Recordemos que el continente europeo se encuentra en plena lucha para poder propiciar y acelerar el crecimiento económico que se ha visto en una trampa desde la crisis financiera de 2007-08. De esta manera, el Banco Central Europeo dentro de sus posibilidades ha mantenido niveles de tasas de interés clave en mínimos para incentivar el consumo y la inversión, no obstante, el nivel de precios (inflación) continúa estando por debajo de la meta y ni se diga del crecimiento que aún sigue débil.

No obstante, se podría decir que los europeos, lamentablemente, se encuentran más acostumbrados a estos sucesos terroristas, por lo que, poco a poco irán recuperando confianza aunque si, por ejemplo, continúa aún más esta cadena de atentados, la confianza podría comenzar a mostrar límites, generando una fuga de capitales en sectores estratégicos regresando a los conceptos mencionados anteriormente y hasta una contracción económica.

Finalmente, hay que destacar que Europa, en particular la Unión Europea, se encuentra en una gran disyuntiva ya que se ha puesto en duda si es “nice” permanecer en un bloque que ha tenido un sin número de rachas político económicas y sociales (crisis de la deuda de Grecia, independencia de un Estado de Hungría, recortes fuerte en el gasto del gobierno, referéndum del Reino Unido para abandonar la UE) y ahora se ha visto presionada en cuanto a su papel para luchar contra el terrorismo.

Analista bursátil