Felipe Flores, en la celda de “El Chapo”, es pieza clave de los 43

 

Felipe Flores fue el señalado de entregar a los 43 estudiantes de Ayotzinapa al cártel Guerreros Unidos


El jefe de la Policía de Iguala, Felipe Flores, quien estuvo huyendo más de dos años y es pieza clave para saber por qué y por órdenes de quién entregó a los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos hace más de dos años, está recluido en la celda que usó “El Chapo” Guzmán antes de huir, por segunda ocasión, del Penal de Alta Seguridad de La Palma. Felipe Flores, primo de José Luis Abarca, expresidente municipal de Iguala fue detenido el pasado viernes en Iguala.

Pues ya detenido y para que no se diga torturado, amenazado sicológicamente o estar sujeto a presiones diversas en la celda de seguridad y con vigilante de vista, es decir, un custodio que lo está mirando las 24 horas del día, con relevos cada 12 horas, cinco cámaras, y con chequeos médicos para que no haya riesgo de un suicidio o infarto, ha estado sujeto a interrogatorios para llegar al fondo del asunto de los 43 que deja en claro que:

Uno, no fue el Estado, sino las autoridades del gobierno de Guerrero las que sabían u omitían saber lo que pasaba en Iguala y Cocula.

Dos, Felipe Flores fue el señalado de entregar a los 43 estudiantes de Ayotzinapa al cártel Guerreros Unidos, es él quien sabe si había nexos de los desaparecidos con el narcomenudeo y el cártel.

Pronto habrá información y revelaciones que hasta hoy 123 encarcelados y con autos de formal prisión, hay en este asunto.

MANCERA SÓLO TRANSITÓ Y MÁGICAMENTE…

El pasado sábado, el jefe de Gobierno de la capital del país, Miguel Ángel Mancera, acudió a una fiesta infantil acompañado por sus hijos a un salón ubicado en avenida San Jerónimo. La camioneta que lo trasladaba y atrás otra balizada como carro escolta, entraron por la calle de Cuauhtémoc, después de que se pasaron del domicilio de la reunión.

A Mancera le tocó sufrir el estado deplorable de baches en que se encuentra San Jerónimo Lídice. Los dos vehículos, cayeron en baches medio y muy profundos que sólo a vuelta de rueda se pueden pasar. Pues sucede que el Jefe de Gobierno de la capital llegó a la fiesta infantil y ahí permaneció por casi cuatro horas.

Para el día siguiente, todos los baches que le tocaron a Mancera en la avenida y por las calles, estaban arreglados, todos, como por arte de magia.

El delegado en Magdalena Contreras se enteró del numerito y más aprisa que la prisa puso a trabajar a sus cuadrillas de bacheo.

Ojalá se siga por el resto de la avenida y las calles de San Jerónimo Lídice, que bien podría cambiar de un interminable campo de golf, por aquello de los hoyos, a una colonia transitable.