FMI y gasolina, a debate

 

La propuesta de Andrés Manuel López Obrador de controlar los precios del energético es el punto que se espera tenga una reacción por parte del organismo internacional


El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha mantenido una posición mesurada e incluso tímida tras los comicios en el país. No se ha tenido o escuchado algún pronunciamiento; sin embargo, el tema de los precios de las gasolinas será un punto a discusión.

En 2016 el fondo recomendó que México debía liberalizar plenamente los precios de la gasolina –que en ese momento los fijaba el gobierno–. La propuesta de Andrés Manuel López Obrador de controlar los precios del energético es el punto que se espera tenga una reacción por parte del organismo internacional.

Eliminar los subsidios a los combustibles por parte del FMI es una petición recurrente. Hace poco, el organismo sugirió a Haití adoptar esa medida de manera gradual y ayudar a amortiguar los efectos a fin de evitar agitación social. Incluso, en este año, el gobierno haitiano había aceptado eliminar los subsidios a la gasolina como parte de un acuerdo más amplio en que los países miembros del Fondo Monetario Internacional proporcionarían más ayuda directa al país caribeño.

Así que México debe considerar y detallar qué tipo de medidas adoptará en el asunto de los energéticos, ya que el FMI estará vigilante de las decisiones y sus recomendaciones suelen ser polémicas en ocasiones.

Y es que el esquema sugerido por el FMI a las economías es fortalecer sus ingresos mediante un incremento en la recaudación de impuestos y la eliminación de los subsidios a los combustibles, para que ello estimule la inversión pública y haya mejores proyectos sociales.

Incluso, ha señalado que los subsidios a los combustibles benefician desproporcionadamente a quienes tienen más de un auto y se encuentran en una posición económica privilegiada.

Pero no sólo es el FMI quien impulsa esa medida, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos también promueve esa política de cero subsidio a los combustibles.

En su momento, la OCDE expresó que era insostenible desde el punto de vista presupuestal y profundamente injusto desde el punto de vista social y medioambiental.