#FuerzaMéxico, la unión ante la desgracia

 

La industria automotriz no ha estado ajena a la desgracia


Víctor Galván Juárez/ Línea de ensamble

Este espacio se había reservado para hablar de la industria automotriz y el automovilismo, pero de ninguna manera podemos quedarnos ajenos a la terrible desgracia que golpeó a nuestro país luego del terremoto del 19 de septiembre.

La pasada semana esta sección cedió sus páginas a una brillante y atinada cobertura de parte de nuestros compañeros. Urgía la información, no podía ser de otra manera. Sin embargo, hoy, tratamos de regresar a la “normalidad”… pero no podemos, no debemos.

México ha cambiado, una vez más. Hace 32 años el pueblo mostró solidaridad y rebasó a un lento gobierno que no supo cómo reaccionar.

Este septiembre no ha sido muy distinto, pero nos confirma que como sociedad hemos avanzado y no podremos dar marcha atrás a este colectivo unido, fuerte, sensible.

La industria automotriz no ha estado ajena a la desgracia y se ha unido a la reconstrucción.

Personalmente he visto acciones de todos tamaños, pero todas importantes. Apenas aterrizamos en esta ciudad tras la prueba de manejo de Audi Q2 (a las 1:15 horas del 20), el periodista automotriz Ernesto Roy (Auto Bild México) y quien esto escribe, nos presentamos en la calle de Edimburgo, en la Colonia del Valle, para ayudar en las acciones de rescate, afortunadamente con saldo positivo.

Eduardo Vasat, también periodista, “retacó” camionetas con ayuda para Morelos, al igual que el singular “Franky Mostro”. Luis Ramírez (Fox Sports) ha recorrido más kilómetros en su auto llevando medicina que lo realizado en un mes de pruebas de manejo; Lorena Marín Y Kall, directora de comunicación de Mazda, puso a la disposición de quien lo solicitara vehículos para transportar víveres y ayuda.

Así lo replicaron Audi, Volvo, Toyota, Mercedes-Benz, Nissan y varias armadoras más. Pero no sólo eso, KIA convirtió todas sus distribuidoras en centros de acopio, además de organizar funciones de autocinema en conjunto con Cinépolis para recaudar fondos. Ford destinó 500 mil dólares para damnificados, y la lista continúa (sinceras disculpas a quienes olvido).

Todas las armadoras suspendieron sus lanzamientos del mes, sin importar el costo que eso tendrá. Y para mí, eso debe conocerse y aplaudirse.

La industria más sólida del país está presente, al igual que toda la nación, para apoyar a la reconstrucción de México. Estoy seguro que se logrará, unidos, como siempre debimos estar.