Keynesianismo y bancos centrales

 

El crecimiento de la economía mexicana, en los últimos 33 años, ha sido mediocre


¿ Cuál es la esencia del keynesianismo? La creencia de que un mayor gasto gubernamental da como resultado un mayor crecimiento de la economía, de tal manera que, si el crecimiento es insuficiente, lo que el gobierno debe hacer es gastar más. El crecimiento de la economía mexicana, en los últimos 33 años, ha sido mediocre (2.3 por ciento, promedio anual). Entonces, ¿por qué no aplicar la receta keynesiana, tal y como proponen algunos? Para empezar hay que tener claro que la mentada receta parte de un supuesto falso: que una mayor demanda por bienes y servicios, consecuencia de un mayor gasto gubernamental, se traduce en una mayor producción de bienes y servicios, que es la variable con la que se mide el crecimiento de la economía, siendo que se trata de ámbitos distintos del quehacer económico: uno el de la producción/oferta/ venta de bienes y servicios, otro el de la demanda/compra/consumo de esos bienes y servicios. La receta keynesiana parte del supuesto de que ocasionando lo segundo (demanda) se ocasionará lo primero (oferta), lo cual no es cierto. La expectativa de que lo que se ofrezca se demande es una condición necesaria, pero no suficiente, para que se produzca.

Si un mayor gasto gubernamental fuera condición suficiente para conseguir un mayor crecimiento de la economía, es decir, una mayor producción y oferta de bienes y servicios, resultaría injustificable que el gobierno no gastara más para lograr ese mayor crecimiento, del cual depende una mayor oferta de satisfactores, por lo tanto menor escasez, por lo tanto la posibilidad (si el consumidor tiene suficiente poder de compra para acceder a los satisfactores) de mayor bienestar, fin de la actividad económica. El problema es que, pese a lo que una y otra vez afirman los keynesianos, un mayor gasto del gobierno no necesariamente se traduce en un mayor crecimiento de la economía, pudiéndose traducir en una mayor inflación, en una mayor pérdida del poder adquisitivo del dinero, tal y como ha sucedido la mayoría de las veces. Continuará.