La crisis hídrica que viene

 

¡Cuidado, una crisis hídrica señores legisladores sería una hecatombe!


En medio de la problemática generalizada en el país, se avecina una crisis hídrica, que pondría en jaque al actual Gobierno y a los subsecuentes. Es decir, millones de mexicanos estamos en riesgo de no tener agua.

El Presupuesto de Egresos que se discute en la Cámara de Diputados se caracteriza por el gran recorte, comparado con el ejercicio 2016, pero algunas dependencias y organismos verán la chequera más abultada el próximo año, como los Tribunales Agrarios, el INAI, la Cofece, el INEE, la CNDH, el Poder Legislativo, la Secretaría de Cultura, el Poder Judicial, la CFE, el ISSSTE, y el IMSS. Aumentos que festejamos por cierto, y que consideramos aún insufcientes.

La situación de volatilidad fnanciera internacional explica “la tijera” en los presupuestos, pero ¿sabía usted, respetado lector, que a los organismos de agua del país les quitarán 72 por ciento del presupuesto?

Está de más decir que el agua es una necesidad básica, indispensable para la salud, la calidad de vida y el bienestar de la población. Por ello en 2012 se incorporó a nuestra Constitución el “derecho humano” al agua. Y al tratarse de un derecho fundamental está el Gobierno obligado a respetar los derechos de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad.

Para ser más claros: los gobiernos municipales, estatales y Federal están obligados a procurar el avance progresivo de su cumplimiento, como ya lo dijimos, establecido en la Carta Magna. Y claro, el recorte al presupuesto representa una regresión contraria a la disposición constitucional.

Le comparto algunos números: casi 14 millones de mexicanos no tienen aún agua entubada; casi 57 millones de compatriotas gozan del agua con un servicio discontinuo, sujeto a tandeo; 31 millones no descargan a una red de drenaje y casi 47 millones no realizan tratamiento a sus descargas.

Solamente 14 puntos porcentuales de los mexicanos tenemos agua las 24 horas del día; 34 por ciento la tiene diariamente, pero con tandeo y 52 por ciento con tandeo franco. ¿Y sabía usted que 78 por ciento de los mexicanos consumimos agua embotellada?

Los hacedores de leyes poseen una alta responsabilidad, porque todos los días reciben en San Lázaro a decenas de personas que les piden más dinero, pelean que la reducción no les pegue y, por supuesto que todos los atendidos poseen sólidos argumentos. Pero el agua es un asunto de Seguridad Nacional, ya que es un factor de estabilidad social. Ninguna comunidad se queda con los brazos cruzados cuando le falta el servicio básico.

¡Cuidado, una crisis hídrica señores legisladores sería una hecatombe!