La cultura del fraude

 

AMLO está construyendo el nuevo mito de su inevitable triunfo


Quien piense que Andrés Manuel López Obrador reconocerá su derrota si no le favorece el voto en la elección presidencial del 2018, o no lo conoce o no entiende que desde ahora está construyendo el nuevo mito de su inevitable triunfo para, en caso de que no le favorezcan los votos, endurecer su reclamo y otorgarle base social y legitimidad a las acciones que seguramente emprenderá para acorralar a sus adversarios. Se trata de sentar precedentes que expliquen el porqué de su radicalismo.

Lo que menos le conviene es que panistas y perredistas volteen hacia los tricolores ante la eventualidad de construir una “alianza útil” que evite su triunfo el año venidero. El señor López sabe que manteniéndolos distantes crecen sus posibilidades, y para eso requiere provocar una nueva fuga de hombres y mujeres que forman parte de la base social del perredismo en la zona conurbada de la Ciudad de México, similar a la que realiza en los estados.

Empequeñecer a la izquierda perredista le quita posibilidades de maniobrabilidad a los blanquiazules, pero tampoco puede tirar mucho de la liga porque pudiera provocar un rompimiento que los acerque a los tricolores. Mientras eso ocurre, también tiene que preparar otros escenarios que le permitan colocarse por delante de todos para que desde ahora exista la percepción de que su triunfo es inevitable y provocar que comiencen las defecciones entre los perredistas.

Eso explica la publicación en el periódico Reforma de un encuesta que lo sitúa por delante en las preferencias electorales, pero también la publicitación excesiva que se propaga en las redes sociales para sembrar, desde ahora, la posibilidad de que por tercera vez sea estructurado un fraude para evitar su llegada al poder. El periódico en mención es propiedad del empresario Alfonso Romo, quien es uno de sus principales negociadores con el sector empresarial.

Su tarea ha sido generar confianza para evitar que los empresarios se coloquen en el bando antagónico a causa del temor que les despierta el señor López, pero también trata de inducir desde ahora mediante las encuestas que publica, a esa amplia franja de votantes que estarían dispuestos a apoyar su causa si se comete el fraude que desde ahora construye. Esa circunstancia aclara también la movilización emprendida por Delfina Gómez inicialmente hacia Toluca y que después viró para acampar en el Palacio Legislativo en San Lázaro.

Al señor López no le preocupan los panistas o los perredistas, le preocupa que los tricolores logren reposicionarse y fortalezcan sus ligas con los sectores duros del poder económico del país para que los acompañen en el proceso de legitimidad, en el caso de que logren remontar la ventaja que les lleva. Delfina y su marcha es parte del ensayo psicológico para que la gente entienda desde ahora que habrá un nuevo fraude electoral, y el desvalido es el señor López Obrador. Al tiempo

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