La deuda de México

 

Hubo gente que para pagar un Fobaproa hipotecó al país


Hay una deuda que tenemos gracias a todos aquellos que si bien no pudieron arrebatarnos la ilusión, sí nos robaron las cobijas de nuestros hijos y la leche de nuestros nietos.

Hubo gente que para pagar un Fobaproa hipotecó al país, pero al parecer perdimos la memoria y ahora tenemos el consuelo de que en medio de esta convulsa etapa de la historia internacional sea imposible que paguemos, porque igual que en otros países nuestra deuda ya es impagable.

El negocio de la deuda lo es sobre todo para quien te presta el dinero, siempre y cuando lo pueda recuperar.

México le debe a los migrantes y a los hijos de los migrantes, las víctimas que son tratadas por Mr. Trump como los judíos en el gueto de Varsovia.

Se les debe una explicación, un tratamiento, respeto y una parte del presupuesto que nunca se les dio.

Porque no sólo tuvieron que irse de aquí por falta de oportunidades, sino que después tuvimos el descaro de no reconocerlos y conformarnos con el programa “Paisano”.

Lo único que les damos es la carga de los impuestos en las remesas, aunque a pesar de eso el año pasado más de 28 mil millones de dólares salvaron del hambre y de la tragedia a millones de mexicanos.

Sin embargo, el Estado mexicano sigue sin dar signos de que entendió que históricamente tiene una deuda, porque somos hijos de un sistema que los expulsó y ahora que los quieren volver a echar lo único que tenemos para ellos es una contestadora en los teléfonos de los consulados mexicanos que están en EU.

Los hijos de los ilegales ya son estadounidenses, la gran tragedia es que como México no cumple y no quiere aceptar esa deuda, ahora todos ellos están a punto de convertirse, como pasó en el Imperio Otomano, en los principales agresores.

Y es que, cuando el Imperio Otomano conquistaba un territorio se llevaba a los niños que tenían entre siete y 14 años, los entrenaban y luego los mandaban a eliminar la resistencia de los pueblos conquistados.

México tiene que empezar a pagar y no con el insulto que significa que sobre una población de más de 12 millones de mexicanos que residen en diferentes partes del mundo, el INE –esa catedral de la sinrazón– haya presupuestado nada más 500 mil credenciales para votar.

Un contexto que en este momento se debate en el foro “La Diáspora Mexicana y el Voto de los Mexicanos Residentes en Estados Unidos”, realizado por el INE en la Ciudad de México.

Les robamos el presente, les hipotecamos el futuro, les hemos arrebatado la relación con sus hijos y ahora no queremos que voten, porque si lo hacen tal vez ese voto no se pueda comprar fácilmente y tal vez pueden traer aire fresco a esta contaminada sociedad.

@antonio_navalon