La Iglesia del Fin de los Tiempos

 

La escatología, como materia de teología, trata los acontecimientos que han de suceder; la escatología individual: Cielo, Infierno y Purgatorio; y la escatología universal: Fin de los Tiempos, Retorno de Cristo y Juicio Final. Ambas escatologías despiertan curiosidad en muchos, mientras que otros se desentienden argumentando que “de aquel día y hora, nadie sabe nada, ni los ángeles en el cielo, ni el hijo, sino […]


La escatología, como materia de teología, trata los acontecimientos que han de suceder; la escatología individual: Cielo, Infierno y Purgatorio; y la escatología universal: Fin de los Tiempos, Retorno de Cristo y Juicio Final. Ambas escatologías despiertan curiosidad en muchos, mientras que otros se desentienden argumentando que “de aquel día y hora, nadie sabe nada, ni los ángeles en el cielo, ni el hijo, sino sólo el Padre” (Mc 13, 31) sin ver que el Señor también advirtió: “Lo que a ustedes digo, a todos lo digo: ¡Velen!” (Mc 13, 37); de tal manera que lo justo no es desentenderse, sino conocer lo que viene.

Además de otras profecías escriturísticas, el Discurso escatológico, pronunciado por Jesús (Mt 24, Mc 13 y Lc 21) previene acerca de una Gran Tribulación que la humanidad padecerá previamente a su Retorno glorioso, pues así como en su primer Adviento, Cristo vino al mundo en el Niño de la Navidad, ahora lo hará revestido de poder, gloria y rodeado de sus ángeles, en la Parusía.

Algunos sienten temor hacia estos acontecimientos, un temor natural por la tribulación que acarreará sufrimiento, pero es preciso entender que esa tribulación no la trae Cristo, sino que será la trágica consecuencia de las injustas acciones de una humanidad socialmente degradada y decadente en lo moral. Por el contrario, Cristo regresará a poner fin a la tribulación, pues si no regresara, de esta humanidad no quedaría ya nada, como lo explica el Catecismo de la Iglesia Católica: “El tiempo presente, según el Señor, es el tiempo del Espíritu y del testimonio, pero es también un tiempo marcado todavía por la tristeza y la prueba del mal que afecta también a la Iglesia e inaugura los combates de los últimos días. Es un tiempo de espera y de vigilia” (Numeral 672).

¿Cuándo se cumplirán estas profecías? pues se trata, como también refiere el Catecismo, de un advenimiento escatológico que “se puede cumplir en cualquier momento, aunque tal acontecimiento y la prueba final que le ha de preceder estén retenidos en las manos de Dios” (Numeral 673). Es por esto que seignora la fecha, por ser un tiempo “retenido en las manos de Dios”, tiempo que Dios soltará cuando los sucesos en el mundo sean ya insostenibles por esta humanidad.

En diversos momentos de la historia, se han vislumbrado como síntomas del cumplimiento escatológico a acontecimientos trágicos como las revoluciones francesa y rusa o las dos guerras mundiales. Estos síntomas se repiten ante la inminencia de una tercera guerra mundial en la que estará involucrado Israel, un anuncio preciso de los tiempos por venir para la Iglesia del Fin de los Tiempos: “Antes del advenimiento de Cristo, la Iglesia deberá pasar por una prueba final que sacudirá la fe de numerosos creyentes” (Catecismo de la Iglesia Católica, Numeral 675).

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