La moda: turismo de aventura

 

Con los tiroteos en las zonas turísticas de Quintana Roo


Con los tiroteos en las zonas turísticas de Quintana Roo, los ataques a las fuerzas de seguridad y el asesinato, al parecer en forma preferente a turistas extranjeros, se habrían cumplido dos vaticinios: hace unos tres meses, Juan Pablo Becerra Acosta advirtió el libre tráfico de drogas, a la luz pública, en Playa del Carmen; y “del otro lado” se habla con cierta precaución de un proyecto de desestabilización contra México.

En el primer caso, el periodista afirma y por otros lados se confirma que la zona de la Quinta Avenida, la más concurrida de Playa del Carmen, donde se apiñan restaurantes, pequeños y muy bonitos hoteles, las drogas se ofertan en las puertas de comederos, bares y hotelitos.

No hay inhibición alguna. De un lado, un grupo, del otro, los competidores que hasta ahora no parecen enemigos.

En la otra versión se justifica el inicio de operaciones en la zona más turística del país, luego de que en forma bastante mentirosa nos exhibimos en un acto público como la potencia más poderosa en materia de captación de turistas. Los segundos después de Estados Unidos, se dijo, con 32 millones de visitantes el año anterior.

La región había sido respetada hasta ahora por la delincuencia organizada, como se llama a la cauda de asesinos profesionales alineados en bandas y cárteles. Según previsiones, si damos por buenas las versiones del norte, la desestabilización continuará en Mérida, se extenderá por la península y llegará a Campeche.

Y mientras el país es sumergido cada día más en el caos, en vulgar copia de los oportunismos de Miguel Ángel Mancera, “Ternurita” para los cuates, que inventó el Fondo de Capitalidad para apoyar a quienes eran lesionados por marchas y plantones; los gobernadores del norte ya imaginaron el Fondo de Fronteridad, tal cual suena.

Y los legisladores piensan –eso afirman—en la conveniencia de reducir 100 diputados a la Cámara baja, donde en parodia a un cronista deportivo, “hacen su nido” zopilotes y otras especies carroñeras.

A la vez muestran su lado solidario anunciando recortes, pero sin detallarlos y sin publicar que en vía de mientras se asignarán 500 millones más para adquisición de combustibles. O sea…

Los partidos políticos en discreto silencio, el INE trampeando y sumándose a la carreta de la reducción de legisladores –al menos uno de sus consejeros—pero sin restricciones a su presupuesto.