La patria

 

Hace poco se recordó un aniversario de la Toma de Zacatecas


Vivo en Zacatecas desde hace cuatro meses por razones de trabajo. Me admira el apego a tradiciones y costumbres de su gente buena. Cuidan el respeto de sus niños a los valores cívicos, históricos y religiosos de sus mayores.

De ese modo aseguran su pervivencia. Hace poco se recordó un aniversario de la Toma de Zacatecas, hecho reconocido como definitivo para concluir la lucha armada de la Revolución Mexicana. El número de personas vestidas como federales o revolucionarios, con kepí y cartucheras, botas altas y rifles de madera en las manos era impresionante.

Realmente viven el episodio.

Después se celebró un pasaje conocido como los morismas de Bracho, que evoca un encuentro entre moros y cristianos en la Batalla de Lepanto, motivo por el cual desfilan miles de personas caracterizadas de uno u otro bando, donde pude escuchar una maravillosa banda de guerra compuesta por unas 200 personas ejecutando marchas con toda marcialidad.

Hace poco se celebró la fiesta de la Virgen de los Zacatecas, patrona indiscutida del estado. Fue conmovedor. La sacan a pasear en una procesión y la visten de gala. La escoltan charros, ciclistas, bastoneras, corredores, y decenas de miles de fieles. Se la aplaude a su paso y en todo momento se le rocía perfume para halagarla.

He visto una decena de cabalgatas, con charros realmente diestros, y he acudido a todo tipo de eventos culturales de acceso gratuito en las numerosas plazas de la capital, donde también se escenifican leyendas y pasajes propios.

Lo más arraigado es el culto a Ramón López Velarde. Su “Suave patria” es declamada de memoria por chicos y grandes, y el conocimiento de su poesía y toda su obra es algo impresionante. Esto es la patria. En cada entidad se tiene algo similar. Mientras así sea, tenemos destino. ¡Viva México!

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