La propuesta de Enrique de la Madrid

 

Sin lugar a dudas, Enrique de la Madrid Cordero es uno de los hombres más importantes y eficientes en el gabinete de Enrique Peña Nieto. Es hijo de un expresidente, pero eso no lo hace soberbio, por el contrario, es un hombre sencillo, afable, amable y atento. Quienes lo conocemos siempre hemos admirado su cordial […]


Sin lugar a dudas, Enrique de la Madrid Cordero es uno de los hombres más importantes y eficientes en el gabinete de Enrique Peña Nieto. Es hijo de un expresidente, pero eso no lo hace soberbio, por el contrario, es un hombre sencillo, afable, amable y atento. Quienes lo conocemos siempre hemos admirado su cordial trato y su afabilidad a la hora de conversar con sus amigos. Sin lugar a dudas es un muchacho de talento y hasta ahora con mucho futuro en la Administración Pública, pero pudiera dedicarse a otra cosa y estoy seguro de que tendría el mismo éxito.

Fue diputado plurinominal al Congreso de la Unión, Director General de Financiera Rural, Director General del Banco Nacional de Comercio Exterior, y actualmente es el titular de la Secretaria de Turismo del Gobierno Federal, donde ha trabajado intensamente y ha cumplido exitosa y exponencialmente sus funciones. Funcionario discreto y eficiente, pero sobre todo, conocedor del fenómeno político y uno de los elementos mejor preparados del actual gabinete presidencial.

Sobrio, sencillo y amable, y hasta ahora nunca ha dado motivos para descalificarlo, además de que cuenta con amplia autoridad moral en el ámbito turístico por la excelente labor que ha venido desarrollando, principalmente a través del redimensionamiento y del impulso que ha instrumentado en esos pequeños núcleos poblacionales que han sido declarados “pueblos Mágicos”, nombramiento que los sitúa en la posibilidad de adquirir presupuesto para mejoras y convertirse en un centro de actividad turística permanente.

Después de los diferendos públicos y notorios ente Andrés Manuel López Obrador y la estructura del Gobierno Federal encabezado por Enrique Peña Nieto, respecto del Aeropuerto de Texcoco, y de que el Presidente Electo utilizará como argucia una fraudulenta encuesta para tomar la decisión de cancelar el proyecto, surge una voz autorizada para realizar una propuesta que pudiera recomponer la maltrecha relación entre Peña y López.

De lo que se trata es de que cada quien, en el uso de sus facultades, traten de enderezar el proyecto para tranquilidad de todos los mexicanos. El Secretario de Turismo, Enrique de la Madrid Cordero, propone la posibilidad de vender a la iniciativa privada, como a Grupos Aeropuertarios, la participación que falta para terminar de construir el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en Texcoco, “ya que así el gobierno podría desde ahora vender y sacar recursos en lugar de ponerle”.

No es descabellada la propuesta, porque según estimaciones de El Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México calcula que hacen falta 88 mil millones de pesos para terminar de construir el aeropuerto de Texcoco. Claro está que habrá que ver cuál es el verdadero interés del señor López Obrador, que también puede ser económico.

Enrique de la Madrid se convierte así en la voz de la concordia, y ojalá ambas partes puedan llegar a un acuerdo, y para eso se requiere voluntad. Esperemos que esta vez se coloque la razón por encima de la imposición. Así de simple.

Al tiempo.