La real realidad de hoy…

 

Nos esperan a los mexicanos y los desafortunados visitantes del exterior, tres meses de mentiras, falsedades, agresiones verbales


Nos esperan a los mexicanos y los desafortunados visitantes del exterior, tres meses de mentiras, falsedades, agresiones verbales y con seguridad lo digo, agresiones físicas al calor de lo que dicen son las campañas.

En torno a los 2 mil 300 cargos de elección popular que están en disputa; el diamante de esta joya que todos anhelan, es la Presidencia de la República, donde habrá la más enconada, virulenta y degradante lucha, veremos toda suerte de triquiñuelas y en la que sabremos vidas y milagros, algo real, mucho inventado, de los pretendientes.

En los comicios de los estados, nos enteramos de las trampas y delitos cometidos por los independientes, en el afán de treparse al carro del presupuesto público. Nadie entre aspirantes solitarios y nombrados por los partidos, ha empezado por lucir sus prendas para aspirar a tal o cual cargo.

Ridícula preocupación de quienes hablan de la gran cantidad de legisladores que se fueron tras la bazofia de un nuevo hueso suponiendo que los senadores y los diputados son hombres de leyes y son quienes integran expedientes y analizan las propuestas para cambiar el régimen legal de la nación.

Pues no. Atrás de los legisladores, iletrados irredentos, existe un cuerpo de asesores que antes conformaban el Oficial Mayor y un grupo de legistas calificados; hoy alcanza proporciones de escándalo y si conocíamos la docena de expertos, hoy imposible saber cuántos son porque en esos grupos que forman centenares, agregan a familiares y otros inútiles al batallón de aviadores del Congreso.

Los primeros dos días de campaña fueron de promesas tan absurdas por parte de los tres punteros, que marcaron la tónica bajo la que se desarrollará la que será la campaña presidencial más apabullante y falsaria de nuestra historia.

El compromiso real para los suspirantes, es el de usar nada menos que 30 millones de anuncios propagandísticos en radio y TV.

El atractivo principal parece ser el compromiso imposible de cumplir, para dedicar el presupuesto nacional a financiar a jóvenes desocupados, a personas de la tercera edad, a las amas de casa, madres solteras, discapacitados y en una exageración, crear la renta universal.

Por el hecho de nacer en México, dicen Meade y su contraparte, Anaya, se deberá recibir una cifra que garantice el arribo hasta a los más altos niveles de desarrollo intelectual y económico. No lo dicen así, lo dejan a la interpretación de sus paniaguados.

México de fantasía, sueño de un mariguano…