Las promesas y la realidad

Nada más sorpresivo para Andrés Manuel López Obrador que, conocer la realidad y ante lo que ofreció en campaña, tener que corregir o bien, adelantarse antes de que se le revierta en la opinión pública e incluso entre quienes votaron por él, lo que ofreció en campaña y lo que ejercerá desde la Presidencia de la República.

Hace menos de 48 horas López Obrador señaló que recibirá el país en bancarrota lo que le impedirá cumplir con muchas de sus promesas de campaña. De paso le dio un rayón al Banco de México en el sentido de que será su responsabilidad que la moneda mexicana frente al dólar sea lo más estable posible así como los precios de los energéticos, dependería del manejo del banco central del que recordó ha ofrecido el presidente electo respetar su autonomía.

La respuesta de los líderes empresariales como Claudio X. González, ex presidente del Consejo Coordinador Empresaria, y actual presidente del Kimberly-Clark, a Juan Pablo Castañón, actual presidente de la citada cúpula empresarial, así como el titular de la Confederación Nacional de Cámaras Industriales Concamin, señalaron que el país no está en bancarrota y que las declaraciones del presidente electo en nada ayudaban a la realidad puesto que México tiene un crecimiento sostenido del 2 por ciento.

A López Obrador, le está sucediendo que tiene que corregir o matizar sus afirmaciones y mientras senadores de Morena que han señalado que investigarán a fondo a la secretaria de Desarrollo Urbano y Territorial, Rosario Robles Berlanga por desvíos de más de 780 millones de pesos detectados por la secretaría de la Función Pública; López Obrador señaló que la actual titular de Sedatu, era un “chivo expiatorio” de la mafia del poder, con lo que de hecho la blindó ante los ataques y amenazas de los legisladores de Morena.

Rosario Robles Berlanga fue correo de la Liga Comunista 23 de septiembre, ingresó a la política muy joven y alcanzó en su carrera a ser Jefa de Gobierno del entonces Distrito Federal, además de presidenta del PRD de donde salió señalada del desvío de 300 millones de pesos. Un romance con Carlos Ahumada Kurtz, empresario argentino que sería muy beneficiado con contratos de obras urbanas de distintas delegaciones, puso a Rosario Robles en el centro de un escándalo, pero incluso Ahumada le habría prestado los 300 millones que regresó al PRD.

Después, Carlos Ahumada se dedicó a filmar a René Bejarano, entonces secretario particular de AMLO jefe de Gobierno del DF. También videograbó al secretario de finanzas de López Obrador, Gustavo Ponce, jugando Black Jack en un hotel de lujo en Las Vegas. Rosario Robles ingresó al PRI y ahí ha desarrollado más su carrera en el servicio público.

Si Rosario Robles es “un chivo expiatorio de la mafia del poder”, a ver si después el presidente electo no dice lo mismo de varios ex gobernadores ya en la cárcel y de otros que pronto podrían estar presos por saquear miles de millones de pesos. Lo que falta por ver.

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