“Libertad religiosa, en peligro”

 

El derecho a la libertad religiosa es un elemento imprescindible en un estado de derecho


Un derecho fundamental de todo ser humano, es el derecho a la libertad religiosa, que se funda en su misma dignidad de persona; un derecho que tiene una dimensión individual pero también colectiva e institucional a la que no es posible renunciar pues se trata de uno de los primeros derechos del hombre.

La defensa del derecho a la libertad religiosa constituye una garantía de las demás libertades fundamentales. Así, el derecho a la libertad religiosa es un elemento imprescindible en un estado de derecho, pues no se puede negar o vulnerar sin dañar, al mismo tiempo, los demás derechos y libertades del ser humano.

Es por esto que el artículo 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos establece que: “Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión: este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por enseñanza, la práctica, el culto y la observancia”.

Sin embargo, hoy mismo se sufren constantes transgresiones a este derecho como consecuencia de nacionalismos, totalitarismos y radicalismos que lo vulneran gravemente en 20 por ciento de los países del mundo.

Las cifras presentadas en 2017 muestran que el cristianismo es la religión que más sufre ataques, pues 334 millones de cristianos residen en países de persecución y discriminación, en 38 países se sufren violaciones contra la libertad religiosa, en 23 se padecen persecuciones, y en 15 discriminaciones.

Se considera que hay discriminación cuando: las leyes marginan a un determinado grupo religioso, hay limitaciones al acceso laboral y cargos públicos, incapacidad de comprar o reparar propiedades, imposibilidad de vivir en un determinado barrio, imposibilidad de llevar determinados símbolos religiosos, y las víctimas sólo pueden buscar ayuda en la comunidad internacional.

Se sufre persecución cuando: existe una campaña activa con el fin de exterminar, expulsar o someter a un determinado grupo, por su religión, por parte del Estado o de otros grupos; las víctimas son discriminadas y desposeídas legalmente. La persecución tiene un carácter sistemático no circunstancial.

El respeto a la libertad religiosa está en peligro en varios países del mundo, lamentablemente, en México también.