Lo imposible

 

Es increíble la reacción de los que aprobaron este nuevo sistema penal


En este momento nuestro país está atravesando por una serie de situaciones terribles, lo peor es que transcurren ante la mirada de la nación mexicana con una normalidad y una naturalidad que asusta.

A estas alturas no sé que es más preocupante, si poner en marcha un nuevo Sistema de Justicia Penal que busque solucionar el problema de la sobrepoblación en esas universidades del crimen en las que se han convertido todos nuestros penales, liberando a los reos; o  la resignación con la que el pueblo mexicano va superando mes tras mes la lista de los homicidios dolosos y sólo observe el panorama al que hemos llegado sin hacer nada en consecuencia.

Entiendo que algunas leyes implican cierto nivel de sacrificio para que las cosas puedan estar mejor, sin embargo, en este momento el sacrificio no puede consistir en convertirnos en un país que va superando los récords de asesinatos hasta llegar a su versión más violenta de los últimos 20 años.

Es increíble la reacción de los gobernantes y de los partidos políticos que aprobaron este nuevo sistema penal, porque es bien sabido que una idea puede ser buena en teoría y mala en la práctica, pero lo que resulta inconcebible es que todos ya vemos venir el momento en el que llevarán a las calles a miles de reos responsables de cometer delitos muy graves y nadie estemos haciendo nada.

¿Y el pueblo? ¿Usted qué me puede decir de este pueblo? Porque cada que nos anuncian tormentas, nos explican que sólo serán lloviznas y al final del día da lo mismo todo lo que suceda porque sencillamente nadie hace nada. Aunque sería injusto responsabilizar sólo al Poder Ejecutivo, porque esto es un problema del conjunto de la clase política mexicana, pero también es un problema del pueblo. La irresponsabilidad social es tan grave como la irresponsabilidad de nuestros gobernantes, legisladores y hasta incluso de todos los intelectuales.

Sólo espero que esta situación no nos obligue a crear brigadas ciudadanas para ponernos delante de los reclusorios y sólo así evitar que en función de una ley que pretende mejorar el contexto actual se liberen a los convictos y eso sólo termine por provocar que nuestras vidas estén sometidas a un mayor peligro.

¿Quién le dirá a nuestros gobernantes que pese a las buenas intenciones de la ley no nos podemos permitir el lujo de seguir batiendo más récords en el derramamiento de nuestra sangre?

¿Cómo es posible que nadie saque esta cuenta para hacer algo al respecto y no sólo para seguir observando la forma en la que se aproxima la tormenta que al parecer nadie quiere evitar?

@antonio_navalon