“Los apóstoles Juan y Andrés”

 

Juan ocupó un puesto en la dirección del primer grupo de cristianos


El apóstol san Juan, hijo de Zebedeo y hermano de Santiago el Mayor, es el autor del cuarto Evangelio y del libro del Apocalipsis. Él era un pescador en el lago de Tiberiades cuando el Señor lo llamó, junto con su hermano, para que le siguiesen.

Según las Escrituras, Jesús les encomendó a él y a Pedro que hiciesen los preparativos para la última Cena.

Luego aparece al pie de la cruz, junto a la Virgen María, y como testigo del sepulcro vacío y de las apariciones de Jesús resucitado. En los días sucesivos a la resurrección, la Escritura lo presenta pescando junto con Pedro y otros discípulos en la noche de la pesca milagrosa, en la que él fue el primero en reconocer al Señor.

En la Iglesia de Jerusalén, Juan ocupó un puesto importante en la dirección del primer grupo de cristianos, al punto que Pablo se refiere a él como una de las columnas.

Lucas lo presenta junto con Pedro al comparecer ante el Sanedrín para testimoniar su fe en Jesucristo, testimonio tras el que fue enviado por la Iglesia de Jerusalén, junto con Pedro, a evangelizar Samaria.

Su figura está unida a la isla de Patmos, donde, estando desterrado, recibió grandiosas revelaciones referentes al fin de los tiempos.

Una antigua tradición refiere que vivió en Éfeso, donde murió a edad avanzada y donde el emperador Justiniano, en el siglo VI, edificó en su honor una basílica. Su festividad se celebra el 27 de diciembre.

San Andrés, considerado como el primer discípulo de Jesús, junto con Pedro, nació en Betsaida, Galilea. Era hijo del pescador Jonás y hermano de Simón-Pedro. La familia tenía una casa en Cafarnaúm, en la que se hospedaba Jesús cuando visitaba esa aldea.

Luego de escuchar la exclamación de san Juan Bautista “He ahí el Cordero de Dios”, Andrés buscó a Jesús, junto con otro discípulo, para preguntarle dónde vivía y escuchar su respuesta: Síganme y lo verán.

Una mañana, bordeando el mar de Galilea, Jesús fue a buscar a Andrés y a su hermano Simón, a quienes encontró largando las redes, para invitarlos a que fuesen sus discípulos.

Andrés murió mártir el 30 de noviembre del año 63, durante la persecución de Nerón, amarrado a una cruz en forma de X en la que permaneció, sin dejar de predicar, durante tres días, en la ciudad de Patras, Grecia.

Las reliquias de san Andrés, Santo Patrono de Rusia y Escocia, estuvieron en la iglesia de los apóstoles, en Patras, de donde fueron trasladadas en la catedral de Amalfi, Italia. Su festividad se celebra el 30 de noviembre.