Los enredos de Bartlett: Que sí, que no

No cabe duda de que a casi 30 años de las elecciones de 1988, donde la caída del sistema, permitió más sospechas que verdades sobre el triunfo de Carlos Salinas de Gortari sobre el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, el ruido que han generado las declaraciones del entonces secretario de Gobernación, Manuel Bartlett Díaz, hoy senador por el Partido del Trabajo, volvió a alborotar los corrillos políticos.

Apenas hace unos días, Bartlett señaló que aquellas elecciones presidenciales habían otorgado el triunfo a CSG sobre CCS, sin cifras, dando una explicación del entonces priista Bartlett, que posteriormente fue gobernador de Puebla, también por el tricolor.

Bartlett removió aquellos días de investigaciones de la Procuraduría General de la República, sobre el Instituto Federal Electoral y sobre José Newman Valenzuela, titular de dicho instituto. Investigación que no encontró anomalía alguna en las computadoras, exonerando a Newman que, por cierto, fue nombrado embajador de México en Venezuela, misión que no cumplió, debido a las pesquizas que finalmente no dieron a nada.

Pero lo más notorio fue que Bartlett, al día siguiente, se desdijo y cambió el “no ganó” por el “no me acuerdo”. Entre las reacciones se cuenta la del ingeniero Cuahutémoc Cárdenas que exigió a Blartlett decir la verdad y lo que sabe de aquella elección que dio paso a la fundación del PRD, con los seguidores de Cárdenas, entre otros, Porfirio Muñoz Ledo.

SEVEROS GOLPES A HUACHICOLEROS

En el combate al crimen organizado en la ordeña de ductos de Pemex que se practica hace años y que hoy alcanza a varios municipios del país, y la cifra de nueve muertes, combustible asegurado por miles de litros de los diversos tipos de gasolinas, diésel e incluso turbosina.

La Policía Federal, así como el cuerpo de seguridad de Pemex y las policías municipales, han asestado severos golpes a la “ordeña” y a los presuntos ladrones de ductos, de los que hay casi medio centenar detenidos, 25 pipas de hasta 30 mil litros aseguradas y estacionadas en las inmediaciones de la PGR, en Reforma Centro.