Los insaciables…

 

En el caso de los ministros de la Corte ya habían anunciado que defenderían con toda la fuerza de la ley sus ingresos completos


Causa estupor el cinismo, la inconsciencia de nuestros próceres patrios que acertadamente piensan que somos un país de estúpidos y como tales nos tratan. Y lo aceptamos.

Veamos: el consejo de seniles agrupado en la Tremenda Corte después de una reunión con el próximo presidente, Andrés Manuel López Obrador, se compromete a ahorrar 5 mil millones de pesos de su presupuesto, condicionado, claro, a que no toquen sus percepciones.

Más que sabido que el presidente del organismo levanta al año poco menos de seis millones de pesos y como los que pasan por tan augusta institución por un día o un siglo, tienen una jubilación al retirarse que les garantiza el salario íntegro con aumentos similares a los de los ministros en funciones.

Además, automóvil, chofer, ayudante, secretaria y ciertos gastos de índole personal. Claro, seguro médico que les permita consumir Viagra hasta el fin de su existencia, gratificación y prima vacacional. La gloria, pues.

En el colmo del descaro, los veteranos ofrecen ahorrar 5 mil millones de pesos anuales. Ya que la futura administración está en plan de obtener recursos honestos por vías legítimas, podría investigar de dónde serán estos ahorros y por qué hasta la fecha no se han “ahorrado”.

En un canto a la desvergüenza es evidente que hablamos de un dinero del que se ha dispuesto durante muchísimo tiempo sin que, evidentemente, sea necesario para el cumplimiento de las tareas sustantivas de la Corte.

Sobre los salarios, aducen que no pueden ser modificados porque están amparados por el Congreso. Los diputados establecieron una cláusula al respecto, por la que señalan que los salarios de los ministros no podrán ser modificados durante el periodo de sus funciones.

Desde luego toda ley es susceptible de modificación, aunque existe una disposición constitucional que prohíbe la retroactividad cuando afecta negativamente al que es sujeto a tal legislación.

En el caso de los ministros de la Corte ya habían anunciado que defenderían con toda la fuerza de la ley sus ingresos completos, que son uno de los rubros más onerosos para el erario. Y como “poder aparte”, independiente, no pueden ser tocados.

Como este caso surgido por la desesperación de los ancianos a impedir un futuro de agobio económico, se encuentra el Poder Judicial en su conjunto, además de los sectores hacendario y financiero que en forma autónoma establecen prestaciones que, diría ya saben quién, “ni Obama tiene”. ¿En serio los tocarán a todos?