Bartlett y elecciones de 1988: el sistema se calló, no se cayó

 

La verdad del fraude de 1988 sigue oscura y Bartlett aún tiene mucho que confesar


Si Manuel Bartlett Díaz abrió la caja de Pandora de las elecciones de 1988 para preparar, desde ahora, el conflicto poselectoral de Andrés Manuel López Obrador, la curiosidad investigadora podría incriminarlo porque el ahora opositor morenista fue el responsable directo de aquel fraude electoral.

En el programa “Hablemos de Política con Carlos Ramírez”, hoy miércoles a las 10:30 de la noche en Efekto TV, habrá una entrevista con el periodista y politólogo Yuri Serbolov, reportero electoral en julio de 1988 de El Financiero –el auténtico– y encargado de revelar datos del fraude electoral con la publicación del password de acceso al conteo cibernético secreto de Gobernación.

Serbolov reveló varias cosas:

–El sistema de cómputo nunca se cayó, como dijo Bartlett en la reunión nocturna de la Comisión Federal Electoral que presidía. Se usó esa salida de emergencia para frenar el flujo de datos de DF, Morelos, Baja California, Michoacán y Tabasco que ponían adelante a Cárdenas. Bartlett justificó después que era un flujo atípico porque luego llegaron los votos de equilibrio a favor de Salinas.

–Los datos extraños fueron de Morelos y Baja California, de militancia priista y panista; es decir, los votos por Cárdenas no eran atípicos sino tendencia de una protesta contra el PRI en todo el país.

–Serbolov investigó un sistema de cómputo electoral en Insurgentes, en el edificio del Registro Nacional de Electores. Ahí se encontró con cubículos asignados a cada partido con una computadora que tenía acceso a los datos. Serbolov y un técnico de El Financiero se metieron al cubículo del PAN y conversaron con el encargado de la computadora. Ese técnico les dijo que el sistema de cómputo no se había descontentado ni caído ningún segundo; y para probarlo, le entregó a Serbolov el password de acceso, entraron a la página y lograron imprimir algunas páginas del conteo, pues llegaron los del PRI y amenazaron con enviarlos a la cárcel. El password fue publicado en El Financiero: Hello_ComputoCFE, R_RVF \PCASI \DISP \3 El reportero fue echado de las instalaciones.

–De ahí Serbolov se dirigió a los sótanos de Gobernación donde estaba, ahí sí, el cerebro electrónico del conteo, pero apenas pudieron verlo a través de un cristal por las severas medidas de seguridad, antes de que la funcionaria de prensa Mercedes Aguilar lo amenazara con enviarlo a conocer los verdaderos sótanos de la dependencia; se refería, obvio, a los de la Federal de Seguridad.

En este sentido, el sistema de cómputo nunca se cayó, sino que Bartlett lo calló para contener la información de votos por Cárdenas. Al manipular así la información de votos por instrucciones de Bartlett, el resultado oficial –que Bartlett dice hoy desconocer– fue ajustado a cifras que dieran alguna credibilidad: evitar la euforia priista de triunfo “rotundo legal e inobjetable” que dijo el dirigente priista De la Vega Domínguez.

Pudo haber habido una salida. El 5 de julio, un día antes de las elecciones, La Jornada publicó una encuesta –de las pioneras– de la empresa Prospectiva Estratégica, dirigida por el politólogo Miguel Basáñez, en la que los resultados fueron: 50 por ciento para Salinas, 28% por ciento para Cárdenas y 18 por ciento para Clouthier. En Gobernación habrían acomodado las cifras a esa encuesta: 50-31-17, reconociendo como concesión que el PRI había perdido la mayoría absoluta.

La verdad del fraude de 1988 sigue oscura y Bartlett aún tiene mucho que confesar.

Política para dummies: La política, como fantasmas de Dickens, salen del pasado en el presente para ajustar cuentas en el futuro.

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