México, 329 mil huyen de la violencia

 

Según la Comisión, al menos 20,390 personas fueron expulsadas de sus hogares durante el año pasado


Las cifras son de escándalo: en 2017, hubo al menos 25 huídas masivas de población provocadas por la violencia en varios estados de la república mexicana, o cual sumó más de 20 mil desplazados en esos doce meses. Chiapas, Guerrero, Chihuahua, Coahuila, Durango, Michoacán, Oaxaca, Sinaloa y Zacatecas vieron salir sombrías caravanas de pobladores temerosos de morir.

Eso incrementa la estadística a 329 mil mexicanos fuera de sus lugares de origen en los últimos años por causas ajenas a su voluntad, porque ya se había vuelto insoportable la vida y se olfateaba la muerte, porque ya era imposible siquiera caminar por las calles y las veredas de los pueblos sin ser presa de hostigamientos, balaceras y extorsiones.

La contabilidad pertenece a la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH), aunque la encuestadora Parametría había reportado, a finales de 2010, que el número de desplazados internos forzados en realidad alcanzaba ya a 1.6 millones de mexicanos. Según la Comisión, al menos 20,390 personas fueron expulsadas de sus hogares durante el año pasado, y la violencia o el miedo a ella estuvieron presentes en todos los episodios de desplazamiento ocurridos en ese lapso.

Especificó la organización no gubernamental que, según sus registros, 11 mil 232 personas se movilizaron a causa de la violencia generada por grupos armados organizados; 8 mil 928 personas tuvieron que huir de sus hogares debido a violencia política, conflictividad social y disputas territoriales; mientras que 230 personas fueron desplazadas debido a proyectos extractivos mineros.

El uso de armas o la presencia de personas pertrechadas; amenazas graves e intimidación; quema, destrucción o ataque con armas de fuego a casas, cultivos, negocios o vehículos destacaron como las razones por las que salen masivamente los habitantes de varios poblados.

“La población indígena fue especialmente afectada por los episodios de desplazamiento interno forzado en 2017. Del total de personas desplazadas, 12,323 eran indígenas, lo cual representa el 60.44 por ciento del total de víctimas”, reportó la CMDPDH.

Algunos de estos episodios fueron provocados por conflictos comunitarios antiguos, de origen político y territorial, que al no haber sido resueltos en el pasado, resurgieron y se intensificaron volviendo a generar situaciones de violencia y, por consecuencia, desplazamientos. Tal fue el caso de la salida de mil indígenas de San Juan Juquila Mixes, Oaxaca. En Chalchihuitán y en Chenalhó, Chiapas, fueron desplazados más de 5,000 indígenas tzotziles por divergencias religiosas mezcladas con antagonismos partidarios.

Este seguimiento realizado por la CMDPDH cubre una tarea que correspondiente al gobierno. Concluye que se agrava el estado de vulnerabilidad e indefensión de comunidades, a las que no se atiende en absoluto, pues no existe un reconocimiento sobre la problemática del desplazamiento a nivel político y social, tampoco marcos jurídicos normativos que brinden alguna protección o atención a familias enteras obligadas a huir de sus comunidades por la aplicación práctica de la ley del más fuerte.

En el pasado, los desplazamientos fueron el principio de conflictos más graves que derivaron en asesinatos masivos, como el caso de la masacre de Acteal, donde 45 hombres, mujeres (cuatro de ellas embarazadas), niños y ancianos fueron victimados el 22 de diciembre de 1997 por paramilitares entrenados y armados por el Gobierno