Napoleón se corona a sí mismo

 

¿Es legítimo que un presidente se pueda perdonar a sí mismo?


No sé a qué viene tanto escándalo, no sé por qué una declaración que nace de lo más profundo del sentido institucional del presidente Trump tiene el poder de alterar no sólo a su país, sino al resto del mundo que somos los que lo padecemos.

En 1804 Napoleón Bonaparte tomó la corona y se autonombró oficialmente como el emperador de Francia. Ahora Donald Trump declara que tiene el poder absoluto para perdonar a quien quiera, incluso a sí mismo.

Imagínese usted llevamos apenas seis meses de esta administración y ya hay que aclararle al pueblo que en caso de que se empiece a confirmar que no todo fue producto de la incompetencia de él y de su familia, sino que hubo otras razones, podría ser válido utilizar el recurso del perdón.

En ese sentido, ¿usted qué pensaría si fuera el fiscal especial encargado del Russiangate? ¿Usted qué pensaría si fuera el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan? ¿Usted se imagina lo que pensaría cualquiera de los que ya no tienen miedo porque ahora los blancos se han convertido en la minoría y tiemblan frente a las otras minorías?

Trump se puede perdonar a sí mismo y después no importa lo que pase porque al final no pasará nada.

Desde la coronación de Napoleón nunca hemos visto algo igual. Aunque supongo que en la Roma de los césares ese tipo de cosas pasaban todos los días; sin embargo, en una sociedad organizada basada en los poderes y en la transmisión de las instituciones de un mandato a otro algo así es un escándalo.

Y lo es no sólo por la posibilidad legal que pueda tener para perdonar a su yerno, a su hijo y a todos a los que le acompañaron en la aventura para conquistar la presidencia. Sino porque a estas alturas lo importante no es sólo demostrar que no hubo un juego perverso donde una potencia puso en grave peligro la continuidad institucional de EU, también es relevante saber que si se llega a permitir que Trump indulte delitos federales eso estará en manos del mismo que provocó todo esto.

¿Es legítimo que un presidente se pueda perdonar a sí mismo? ¿Es legítimo que un mandatario pueda perdonar delitos de alta traición que coadyuvaron a que él ocupara la presidencia? ¿Es posible que ese presidente aunque tenga derecho legal pueda perdonar moralmente a su familia de una acusación como ésa? Yo creo que la respuesta es no.

Mientras tanto en el mundo seguimos asombrados, y es que en algunos momentos se echa de menos que la gran potencia del norte tenga aunque sea las mínimas bases para no parecer un imperio en manos de un César que tiene los mismos límites que tuvo Calígula el día que nombró a su caballo Incitatus cónsul de Roma.

@antonio_navalon