¿Nexo ilegal SAT-Meade?

 

En junio de 2017 el Senado ratificó como administrador general de Auditoría Fiscal Federal del SAT al licenciado Arturo Téllez Yurén, hombre de toda la confianza de Meade,


Desde junio de 2017 fueron colocados hombres y mujeres clave para la sucesión presidencial (en momentos en que se presumía podría ganar y conservar para sí el poder el Partido Revolucionario Institucional), dentro del Servicio de Administración Tributaria (SAT).

Incondicionales operarían en puestos medianos y altos, con jugosos salarios, aunque después ya no siguieran trabajando para este organismo de la Secretaría de Hacienda, sino para la campaña electoral oficial.

En junio de 2017 el Senado ratificó como administrador general de Auditoría Fiscal Federal del SAT al licenciado Arturo Téllez Yurén, hombre de toda la confianza de Meade, quien desde su llegada hizo cambiar a la subadministradora de Recursos y Servicios para colocar a gente de su confianza y poder realizar movimientos de personal, porque generaría nuevas plazas y ocuparía algunas ya existentes con amigos y cercanos.

La forma en que hizo los cambios pasó por encima de la normatividad interna del SAT y de esquemas establecidos de escalafón y de respeto al servicio profesional de carrera.

Ejecutó nombramientos a través de la que nombró su secretaria particular, Aída Marcela Jaramillo Palomino, quien ingresó a su servicio mediante plaza presupuestal con nivel de administrador, pero compactó otras plazas para aumentar su propio salario de manera exorbitante.

Una denuncia de nueve páginas a renglón seguido describe tales irregularidades y fue entregada en la PGR, en la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales, la Secretaría de la Función Pública, el órgano interno de Control del SAT, la Auditoría Superior de la Federación, el Sistema Nacional Anticorrupción, además de Mexicanos contra la Corrupción y algunos medios informativos.

Al menos una decena de colaboradores, en calidad de asesores, fueron asignados a la oficina de Téllez Yurén durante los meses es que estuvo administrando la Auditoría Fiscal Federal.

Hasta que renunció, junto con su jefe Meade en noviembre de 2017. En febrero siguiente el ya candidato José Antonio Meade anunció que nombraba a Téllez Yurén como coordinador de Fiscalización de su campaña, con el encargo de “cuidar los dineros y que todo sea legal ante el Instituto Nacional Electoral (INE)”.

Téllez, según la denuncia, seguiría cobrando hoy un alto salario en el SAT, sin hacer un solo trabajo para la dependencia. También habrían recibido puntualmente su salario, estando comisionados para la campaña del PRI, funcionarios de la Administración Central de Verificación y Evaluación de Entidades Federativas en Materia de Coordinación Fiscal; de la Administración Central de Devoluciones y Compensaciones y otros administradores y subadministradores incorporados a tareas políticas.

“Denunciamos que se están pagando altos sueldos con plazas presupuestales a gente que no trabaja en el SAT y dedicados a ayudar a un candidato y a un partido; se desvían recursos públicos y hay un delito electoral”, señalan en su escrito los denunciantes.

El gobierno y su partido jugaron al “tapado” durante meses, aunque ya habían escogido a Meade por lo menos medio año antes de su designación pública y su registro como precandidato el 3 de diciembre.

Dos administradores del SAT, los de Recursos y de Auditoría Fiscal Federal, Jorge Francisco Ramírez Mazlum y Leopoldo Carrillo Werring, autorizan que titulares de plazas del SAT trabajen para la campaña oficial.