Keynesianismo y bancos centrales

(Quinta y última parte)

Para que la receta keynesiana (más gasto gubernamental = más demanda = más producción = más oferta = mayor crecimiento de la economía) funcione, se requiere suficiente capacidad productora ociosa para que, poniéndola a producir, se incremente la oferta al ritmo que aumenta su demanda. Además es necesario que el gobierno gaste más, sin que nadie más gaste menos, lo cual se logra financiando ese mayor gasto, no con más impuestos, no con más deuda, sino con producción de dinero.

¿Qué sucede cuando el gobierno gasta más, financiando ese mayor gasto con producción de dinero, pero no hay suficiente capacidad productora ociosa en la economía? La demanda crece más que la oferta. ¿Y qué sucede en tales condiciones? Los precios suben. Se genera inflación. El dinero pierde poder adquisitivo. Cada vez se necesita más dinero para comprar la misma cantidad de satisfactores.

Lo que sucede cuando el gobierno gasta más, financiando ese mayor gasto con producción de dinero, y sin que haya suficiente capacidad productora ociosa: 1) la economía no crece más (al menos no por la aplicación de la receta keynesiana); 2) se genera inflación (pérdida en el poder adquisitivo de consumidores y ahorradores); 3) si la inflación se dispara (aumenta cada vez más), tarde o temprano la economía va a crecer menos, pudiendo llegar a decrecer (estancamiento con inflación).

No faltan quienes afirman que al Banco de México, además de la tarea de “procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional”, se le deba asignar otra: “procurar el crecimiento de la economía”, lo cual supondría la aplicación de la receta keynesiana, para lo cual se necesita que el gobierno tenga la facultad para obligar el banco central a producir dinero y dárselo, lo cual daría al traste con la autonomía del Banco de México, algo que por ningún motivo debe suceder.

¿Cuál sería, hoy, el resultado de aplicar en México la receta keynesiana? Mayor inflación, en perjuicio, sobre todo, de quienes menos tienen, que en este país son mayoría.

E-mail: [email protected]

Twitter: @ArturoDammArnal